Regresé a mi escritorio casi al final del día. Terminé mis tareas del día y oí a Rick entrar diciendo: "¡Oh! ¡Qué linda!".— Rick, serías genial como cantante. — Le sonreí.— Quizás, quizás, pero me gusta el ambiente de esta oficina. Celeste me lo contó todo, estaba en el tercer piso haciendo unas copias, ¿estás bien? — Me miró esperando la respuesta.— Sí, estoy. Gracias.— Bueno, amigo, me voy. Mi esposa llamó, llegó temprano a casa y dijo que me tiene una sorpresa. ¡Me encantan sus sorpresas, estoy deseando que llegue!— Mira, qué suerte tienes. ¡Que tengas una buena noche!— Gracias. Te contaré qué tiene preparada mañana en el almuerzo. Ah, ¿hacemos planes para el fin de semana? Le hablé de ti y está encantada de conocerte.— ¡Será genial! ¿Puedo invitar a mi amigo?— Claro que sí. ¡Hasta mañana, guapa!Sonreí al oír el apodo que me puso y escuché justo detrás de mí, en mi oído:— Ay, señorita Catarina, ¿qué hago con usted? Mi amigo silba encantado cada vez que la ve, su asesor la
Leer más