Acompañé a Olivia a todos los exámenes. Por suerte era diestro y conseguí mantener mi mano izquierda fuera de su vista todo el tiempo. No quería que Chuchu se enterara de la locura que había cometido, de la que pronto me libraría.Una vez terminada la saga de análisis de sangre e imágenes, volvimos a recepción para reunirnos con Aneliese y Jai.- ¿Dónde está Rarith? - pregunté, preocupado.- Tardaste demasiado. La niñera vino a recogerte. - Me explicó mi hermana.Me di cuenta de que llevaba un sobre en la mano:- ¿Cómo fue el resultado de tu prueba? - Estaba tenso.- Su... ¿Era positivo o negativo? - Miró a Olivia.- Negativo... Desafortunadamente. - Olivia seguía insatisfecha con el resultado.- ¿Querías... ¿Querías un bebé? - preguntó Anelise.- No lo quería tanto... Es que no esperaba que tu hermano dejara embarazadas a todas menos a mí. - Suspiró y frunció el ceño, culpándome de toda su frustración.Aneliese me miró, confusa.- ¡Ya te he dicho que el niño que espera Ingrid no es m

Jorel me abrazó, llorando como solía hacerlo cuando era niño, y yo lo tomé en mi regazo y luego me lo quitaron. Todavía llevaba los castigos en mi mente... Y en mi alma.Pero en ese momento fui capaz, a diferencia de Aneliese, de aceptar que nuestro padre no estaba allí y que todo lo ocurrido era fruto de nuestros recuerdos, un simple detonante que nos devolvía al pasado del que tanto nos habíamos esforzado por librarnos.Mi hermano ciertamente tenía sus recuerdos, pero no eran nada comparados con los de Aneliese y los míos. Jorel era el menor, y por eso no sufrió tanto como nosotros, ya que pasó muy poco tiempo bajo el pulgar de nuestros padres. Sin embargo, recibió aún menos atención de nuestra madre, quien, cuando él nació, estaba más metida en sí misma que en el mundo en que vivía.Hoy me doy cuenta de que era depresión, pero antes pensaba que lo hacía para no meterse en problemas con nuestro padre. Nunca fue una madre. Para mí, era una mujer que vivía en nuestra casa y de vez en

- ¿Qué coño tienes en la mano? - preguntó Jorel mientras observaba mis manos en el volante del Pagani.- ¡Nada! - Intenté retirar mi mano izquierda, que él retiró con fuerza, descifrando las letras con atención.Oí reír a mi hermano, y se rió hasta que se le saltaron las lágrimas.- ¿Crees que esto es gracioso? - Hablaba en serio, ya que no veía ningún motivo de burla- Estamos en un lugar peligroso, para pagar tus putas deudas, ¿y te atreves a reírte?- ¡No me río de la situación en la que estamos! ¡Me río de lo que le hiciste a tu dedo! ¿Estabas drogado? ¿Lo hiciste con una pistola en la cabeza? ¿Olivia te obligó a hacerlo? Pero... ¿No te vas a divorciar?No contesté. Y ni siquiera tuve que darle explicaciones.- ¿Tanto te gusta? - me preguntó.También preferí callarme, sabiendo que cualquier cosa que dijera podría ser utilizada por él en mi contra en el futuro, ya que conocía muy bien a mi hermano.- ¿Te gusta más que Mónica?- "Sí", le dije, "¿crees que si no me gustara de verdad h

POV OLÍVIA- Nadie en este mundo es mi amigo... Todo lo que haces es por mi propio bien... Necesito sobresalir en esta sociedad cada vez más capitalista, donde manda el dinero y no las relaciones. Soy el futuro de la familia Clifford. Y no puedo confiar en nadie, ni siquiera en mis hermanos. ¡Los sentimientos son la peor debilidad de un hombre!Durante los tres días que Gabe había estado en el hospital, era la segunda vez que pronunciaba la misma frase, como si la hubiera memorizado con el alma.Sentí la cálida lágrima correr por mi mejilla y caer sobre su dedo, exactamente sobre la letra "O", de "Olivia", que llevaba tatuada en el dedo anular.- Vuelve conmigo... - Te lo supliqué, pensé que podría ser fuerte, ¡pero he descubierto que no puedo vivir sin ti, Gabe!- Señora Clifford, la hora de visita ha terminado. - Dijo la enfermera con cara de pena.- Habló -le expliqué-. Habló una frase entera, con palabras claras...- Le hemos visto decir algunas cosas, pero... Es involuntario, ya

- No hay nada que vincule oficialmente a Rowan Irons con nuestro padre, ya sea un particular o una empresa. - Isabelle concluyó cerrando el portátil tras una búsqueda exhaustiva.- ¿Y extraoficialmente? - le preguntó Jorel.- Si he dicho "oficialmente", es obvio que "extraoficialmente" va con ello. - Me lo explicó.- En realidad no... Habría que decir que no había nada y ya está. El "extraoficialmente" en este caso no haría falta utilizarlo.- I... ¿De verdad estoy escuchando esto? - preguntó Gabe, atónito- ¿Estás hablando de algo tan insignificante con un aprendiz adolescente?- Exacto - Jorel miró a su hermano - El "no oficial" es insignificante... Insípido e inodoro también.- ¿Qué?" Isabelle miró a uno de los hermanos y luego al otro - ¿Tienes algún problema?- Falta de cerebro. - Los Clifford dedicaron demasiado tiempo a la belleza y poco a la inteligencia.- ¡Eso fue ofensivo, chuchu! - se quejó Gabe.- ¡Es ofensivo que me llames "aprendiz de adolescente"! - espetó Isabelle.- T