POV GABE¿Cómo que Rowan tiró de mi mujer para darle un beso? Y joder, ¡duró demasiado para mi gusto! Estaba tan atento que me di cuenta de que cuando él fue a soltar la mano de Olivia, ella la retuvo un rato mientras lo miraba fijamente y noté que sus uñas se clavaban en las palmas de las manos de mi cuñado.¿Qué coño ha sido eso?En cuanto lo soltaron, Rowan dio un serio paso atrás y juntó las manos, con la respiración visiblemente acelerada. El ama de llaves abrió la puerta y Olivia salió prácticamente corriendo, haciendo que yo la siguiera, sin tiempo para despedirme de Aneliese y Rarith.Olivia tomó el camino hacia la puerta de salida de la finca, como si estuviera lo bastante cerca como para ir andando. La seguí:- Vale, si no quieres irte conmigo, al menos puedo llevarte a la calle para que cojas un taxi.Siguió andando, como si no me hubiera oído. Intenté alcanzarla y cuando estuve cerca, Chuchu empezó a correr, con cara de desconcierto. Corrí tras ella, como si estuviéramos e

Viajé a casa como si acabara de venir de un funeral, tan dolida estaba por haber tomado la decisión de dejar libre a Olivia.Ni siquiera podía identificar las sensaciones que mi cuerpo producía... Dolor, miedo, ansiedad, cansancio... Todo mezclado. En cuanto detuve el coche frente a la mansión Clifford, miré a mi alrededor. Hacía tiempo que no volvía por allí. De hecho, la única vez que me apetecía pisar aquel lugar era cuando Olivia aún vivía allí. Desde que ella se fue, todo acabó. Y el imponente edificio volvió a ser lo que siempre había sido, un conjunto de ladrillos y cemento frío y sin vida.¡El amor era una mierda! Y quizá por eso mis padres nunca dejaron que ese sentimiento se apoderara de ellos. Al final, privándonos de afecto, se hicieron fuertes y no sufrieron. Y no sé si su objetivo al final era que nosotros también pudiéramos no sentir nada, blindados contra cualquier tipo de sentimiento que pudiera hacernos daño. Aun así, eran imperfectos.Ni siquiera podía decir que seg

Fui a la puerta a esperar a mi hermana. En cuanto salió del coche, vino hacia mí como un rayo, con los ojos mostrando toda su ira.- Adelante. - dije en cuanto se acercó, pero lo que recibí fue una bofetada.Me toqué la cara, que parecía arder por la fuerza que había ejercido sobre ella.- No voy a entrar en esta casa... Nunca. Pero he venido a decirte una cosa: ¡aléjate de mi marido y de mi familia!Jorel apareció junto a mí en la puerta, dirigiendo hábilmente la silla de ruedas:- ¿Qué ha pasado? - quería saber.- Este hijo de puta le rompió la nariz a Rowan. - Ella explicó.- ¡Joder! ¿Por qué lo hiciste, Gabe?Me reí sin poder apartar la mano de la cara. Luego miré a mi hermana y le pregunté:- ¿Por qué lo hice, Ane? ¿Cuál fue su explicación?- ¡Eres un loco, Gabe! ¡Un ser despreciable!- ¿Por qué le rompí la nariz a tu marido después de que dijera que se follaría a mi mujer porque era una zorra? ¡Joder, Rowan lo hizo delante de nosotros, mientras se despedía de ella! ¿Y quieres sa

POV OLÍVIA¡Diez días! Sí, habían pasado diez días desde que Gabe me había buscado. No había habido mensajes ni llamadas perdidas, ni apariciones en la enfermería. Y sí, yo había pedido ese tiempo, pero nunca imaginé que pudiera ser tan doloroso.Era como si faltara un trozo de mí, un trozo que formaba parte de mi día, aunque sólo fuera para estimular mis pensamientos en busca de venganza, lo que estoy seguro que él llamaría revancha.Amaba a ese bastardo con cada célula de mi cuerpo y si me dolía estar cerca de él, era aún peor estar lejos.Pero sabía lo necesario que era. Y no porque realmente necesitara un descanso, sino para que Gabe pudiera, a través de mi ausencia, darse cuenta de lo que realmente sentía por mí.Estaba tan desesperada como para preguntarle a Rarith por él, pero la niña se limitó a decir que no lo sabía, por supuesto, y me preguntó si ya no éramos "amigas".Tampoco sabía cómo estaban las cosas con Rowan después de la paliza que le había dado Gabe. Aun así, me int

Volver a estar en un Ferrari con Jorel no me traía buenos recuerdos. Aunque seguía vivo, el último viaje en ascensor que había hecho con él había sido un susto.- ¿Has... ¿Beber? - me oí preguntar, con aprensión.- No... ¡Claro que no! - No volveré a cometer el mismo error, no te preocupes.Recordé que Gabe había comentado que su hermano era un borracho adicto al juego, y yo no era tan estúpida como para saber que cualquier tipo de adicción no se acaba de la noche a la mañana. Aun así, si Jorel bebía en el club, no volvería con él.No vestía mal. Pero siempre me ha gustado mucho el color. Excepto mi vestido de novia, que en realidad era para demostrar artísticamente mi estado emocional "morado", solía tener una idea de lo que me quedaba bien y lo que no. La elección del vestido de tul rosa no fue aleatoria, entre otras cosas porque el rosa era uno de mis colores favoritos, junto con el naranja y el amarillo. Y sabía que Babilonia era el tipo de lugar al que sólo iban las personas econ