Capítulo 132. Narrador omnisciente: Calen no estaba acostumbrado a ese silencio. No era incómodo, no era tenso… pero tampoco era vacío. Era un silencio nuevo, cargado de algo que no supo identificar al principio, hasta que sus ojos se cruzaron con los de Every y entendió que ahí había algo que no había sentido en mucho tiempo: paz. La sala estaba iluminada solo por la luz cálida de la chimenea. Afuera, la nieve golpeaba suavemente contra los ventanales, amortiguando el mundo exterior. No había guardias, no había consejeros, no había nada que interfiriera entre ellos dos. Por primera vez en años, no se miraban como enemigos, ni como la víctima y el verdugo, ni siquiera como la Omega y el Alfa que el destino había atado a la fuerza. Solo eran Every y Calen. —No me mires así —dijo ella con una media sonrisa, pero sin apartar la vista. —¿Así cómo? —él arqueó una ceja, con un tono que no buscaba provocarla, sino mantenerla hablando. —Como si intentaras leer mi mente —respondió, enco

Capítulo 134. Narrador omnisciente: Every se despertó temprano esa mañana. Clara dormía en su cuna, Hugo y Elías estaban abrazados en la cama grande, mientras Calen revisaba unos documentos frente a la ventana. Cerró las carpetas en cuanto vio que ella lo miraba. —¿Cómo te sientes? —preguntó él. —Mejor —respondió Every, incorporándose—. Pero tenemos que hablar de Hugo. Calen dejó los papeles a un lado y se sentó frente a ella. —Sé lo que me vas a decir. Su poder ya no está contenido. —Lo vi… y lo sentí. Si no aprende a controlarlo, podría ser peligroso para él y para los demás. —La bruja fue clara: no puede volver a sellarlo. Tendremos que enseñarle nosotros —dijo Calen—. Que no debera usarlo para su propiobeneficio y tampoco cuando se enfade y lo mas importate nadie que no sea de nuestro círculo personal debera saberlo. —Y enseñarle que no es mejor que nadie por tenerlo. Eso es lo que más me preocupa —respondió Every—. Si empieza a creérselo, la oscuridad lo va a consumir.

Capítulo 135. Parte II. Llegue hasta el castillo y en vez de pasar al interior me dirigí hasta jardín, caminaba sin rumbo o eso es al menos lo que yo creía porque cuando levante la cabeza estaba debajo del viejo roble. Me senté en el suelo con el diario entre las manos, sin saber si tenía el valor suficiente para abrirlo. El cuero estaba desgastado, con las esquinas carcomidas por el tiempo, pero cada centímetro de esa cubierta me quemaba como si guardara fuego dentro. No había fecha en la tapa, ni un nombre. Solo aquel cierre metálico oxidado que se abrió con un chasquido seco, casi insultante en su sencillez. Respiré profundamente y empecé a leer de nuevo: "No me gusta improvisar. Los impulsos son para los débiles. Yo planeo, calculo, ejecuto. Así he conseguido sobrevivir en un mundo donde todos creen que la fuerza es lo único que importa." Su letra era pequeña, recta, precisa. Sin tachoness. Podía imaginarla en mi mente inclinada sobre la mesa, escribiendo como quien redacta

Capítulo 1. El inicio de un nuevo ciclo La ceremonia de retiro de Every y Calen había comenzado desde temprano. Los salones principales estaban decorados con discreción, sin lujos excesivos, pero con los símbolos que representaban la unión de los dos reinos que ellos habían gobernado durante tantos años. Los estandartes de ambas casas colgaban a los lados, visibles para todos los presentes. Las mesas se habían dispuesto en orden, y la organización seguía un protocolo estricto. No era un banquete común; era la despedida oficial de dos líderes que habían marcado la historia reciente. Every había sido la primera en ingresar al salón. Vestía de manera sencilla, con un traje que reflejaba autoridad pero también serenidad. Caminó junto a Calen, quien se mantenía erguido, con el porte firme que siempre había mostrado, aunque todos sabían que aquel día significaba mucho más de lo que dejaba ver. La pareja había compartido décadas de poder, enfrentado guerras, reorganizado clanes y dejado un

Capítulo 4. Sombras del pasado. Narrador omnisciente: Durante más de veinte años, el padrastro de Every había permanecido oculto. Su escape no había sido una casualidad, sino el resultado de una estrategia fría y calculada. Cuando muchos lo creían muerto o encerrado, él logró desaparecer en los territorios más peligrosos, donde nadie en su sano juicio lo habría buscado. En esas tierras hostiles, sobrevivió gracias a su astucia y su capacidad de manipular a quienes encontraba en su camino. Nunca se permitió bajar la guardia, porque sabía que tarde o temprano tendría la oportunidad de regresar. Su odio hacia Every, su hijastra, y hacia Calen nunca se apagó. Se había alimentado de ese resentimiento cada día, manteniendo vivo el recuerdo de lo que consideraba una humillación personal. No solo había perdido poder y posición, sino que había sido reducido a nada por aquellos a quienes despreciaba. El tiempo no hizo más que endurecer sus intenciones. En su exilio, estableció alianzas con