Capítulo 113: Emoción por el bebé.
Una cabaña de madera y piedra, se alzaba en las cercanías del prado esa noche, bajo una tormenta feroz que caía en el territorio de Garra Dorada. Sin embargo, en el interior, el ambiente era cálido y acogedor. La fogata ardía, y sus llamas proyectaban sombras en las paredes de madera. Mientras que los gemelos, Draven y Alaric, exploraban cada rincón de la cabaña, llenos de emoción e inocencia. —¡Mira lo que encontré, papito! —gritó Draven, sosteniendo una pequeña piedra brillante que había encontrado en el suelo—. ¡Es un tesoro! —el niño la acercó a su nariz, curioso, olfateándola. Alaric, más observador, se acercó con su mirada curiosa. —Eso no es un tesoro, Draven. Es solo una piedra —dijo el otro gemelito, aunque su tono no tenía desdén, sino más bien una mezcla de fascinación por la imaginación de su hermano. Zefor sonrió mientras observaba a sus pequeños. En ese momento, Luna Adalet se giró hacia él, su expresión llena de curiosidad. —Nos hemos refugiado aquí, pero… Los n
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