PERO… Justo antes que de Zefor hiciera movimiento alguno, Adalet llevó su mano al miembro de ese Alfa. Tocándolo con descaro, de arriba hacia abajo, sus ojos lujuriosos… ¡Zefor se quedó inmóvil un momento!, observando a su esposa, que parecían más emocionada que nunca, las manos de Adalet se sentían calientes sobre su miembro, el aroma de sus feromonas de hembra Alfa, eran tan fuertes y penetrantes, que cualquiera que pasara cerca de la habitación podría saber que había una loba en celo dentro. Ella no lo resistió, llevó sus carnosos y rojizos labios a la erecta masculinidad de su Alfa. Probándolo, para ella era su primera vez, pero… El aroma de él, de su mate, de sus intensas feromonas masculinas, de ese macho excitado que la deseaba, la estaba volviendo loca, haciendo que su intimidad nuevamente se mojara, escurriendo jugos por sus muslos; mientras ella lo lamía a él como si fuera lo más delicioso que jamás había probado, sus manos aferrándose a la cintura de ese Alfa. La mirad
Leer más