Leander.Decido quedarme en la habitación con mi padre al ver su rostro preocupado. Ahora siento mucha más carga sobre mis hombros al saber toda la historia familiar. Ahora esto no solo se trata de salvar a la humanidad ni a los licántropos sino que se hacer justicia; y la única forma de hacerlo es que nuestro impacto sea tan grande que actos como esos no puedan repetirse nunca más.He sentido a Near demasiado callado, como si él mismo se mantuviera al fondo de mi mente. Ni siquiera lo he escuchado opinar sobre lo que nos contó papá, solo reaccionó con un aullido de dolor por saber cómo ocurrió la muerte de nuestra madre.Ahora entiendo que la imagen sobre mamá enferma en cama solo quizás era un viejo recuerdo de alguna gripa o fiebre, y mi pequeño cerebro realmente se aferró a ello junto a lo que mi padre nos había hecho creer “estaba muy enferma”.No culpo a papá de ocultarme la verdad, pues, sé que tal vez de contármela desde el inicio hubiera tenido demasiado remordimiento no solo

Dania.Desde el momento en que el hombre me dijo que los lobos habían atacado a Farrah, lo supe. No la estaban buscando para destruirla, la estaban buscando porque ella me conoce, y tal vez podría ayudarlos a encontrarme. Y aunque no sé si ella tiene que ver con esto, lo han hecho. Me han encontrado.Con los nervios de punta, y débil por usar hoy mi poder dos veces tan seguidas, hago el hechizo para mantenerme oculta tanto en olor como en vista ante toda la amenaza; sin embargo, cuando corro dejando atrás a los Cox, siento a un lobo gris venir detrás de mí. Por más que intento ir más rápido, él parece seguirme demasiado cerca.Veo a todos lados, notando que, aunque no puedo verme para él, mi cuerpo no pasa desapercibido por la naturaleza, la cual lleva el viento conmigo y me delata. Ante esto, con un movimiento direcciono el viento lejos de mí mientras hago que una rama se rompa cerca de ese otro camino. El plan resulta porque el lobo sigue esa pista mientras yo sigo corriendo por mí m

Dania.Leander me lleva de brazos hacia el río y suelto una risita mientras mis mejillas se calientan cuando hace que mis piernas lo rodeen, viéndonos de frente. No puedo evitar guindarme a su cuello y atraerlo a mi boca para besarlo.Fui una tonta todo este tiempo. Solo con un beso me he dado cuenta de todo lo que me he perdido por miedo, por no querer enfrentar mi pasado.Sus labios tibios juegan con los míos, casi hasta hacerme ver las estrellas, erizando todo mi cuerpo. Tras nuestro beso intenso, él me separa de su cuerpo, dejándome en las rocas.Uno mis manos en mi vientre, observando lo tenso que está mientras pasa mi bolso hacia delante para entregármelo. Puedo ver su dureza por encima de esas bermudas que ama usar, y no puedo esperar para tenerlo en mí. Las ansias por saber cómo se sentirá con ambos de mis compañeros tomando el control, me hace sentir muy caliente.Él es tan puro que dudo que se haya tocado pensando en mí, a diferencia de mí.—Podemos oler tu excitación, luceci

Maratón 1/3Alfa Alan Maxwell.Territorio de la manada Golden Crescent.—¡Alfa! ¡Luna! —nos llaman con desespero.Todos corremos hacia la puerta viendo a una Omega abrazando a una mujer desconsolada en la puerta. Esta mujer parece rota, muerta en vida por el dolor, causando que todos nuestros lobos internos aúllen tristes por su estado.Me agacho hacia la mujer, levantando su rostro, y entonces Lavinia llega rápido a mi lado porque es su mejor amiga, Esther.Preocupado como si se tratara de mi hija, la tomo en brazos llevándola a una habitación que me indica la misma Omega. Luego que la dejo en cama pido que llamen al doctor de la manada con urgencia.Lavinia llora al ver el estado roto de su amiga. Tengo entendido que todavía no cumple la mayoría de edad, por lo que no podría tratarse de un rechazo o herida a su compañero.—Cumplió la mayoría de edad ayer, padre, es solo que no quiso celebrarlo… —me cuenta—. Por favor, Esther, dime qué sucede… —pide, pero la chica ni siquiera puede ve

Maratón 3/3Leander.—Voy a darte el control, lo siento… Si llego a sentir su humedad no podré controlarme —gruñe Near.Así que me devuelve el control, pero no tengo intenciones de detenerme del todo. Mis instintos me dicen que podemos disfrutar de este momento sin necesidad de marcarla o nuestra verdadera primera vez. Near sabe eso, pero ahora lucha demasiado, casi escondiéndose al fondo de mi cabeza para lidiar con sus deseos de marcarla.Mis manos van a sus muslos por debajo del vestido. Noto cómo la excitante expresión en su rostro se intensifica cuando mis dedos van a su abdomen, bajando lentamente hasta su intimidad.—¡Leander! ¡Esconde a Dania! ¡Hay licántropos cerca de la montaña! —Escucho a papá en el enlace mental.Con el corazón acelerado, aparto a Dania de mi abdomen, haciéndola a un lado mientras Near toma el control dispuesto a acabar con cualquiera que quiera hacerle daño a nuestra compañera.Near gruñe en amenaza viendo la entrada de la cueva ya que podemos oler a algun