El cuerpo de la pelirroja se siente tenso, frío y carente de energía suficiente para afrontar lo que está pasando.Su loba se encuentra en medio de una descompensación, si esto sigue sucediendo de esta manera llegará el momento en el que muera.En ese instante de desesperación y completa tortura, Oleika siente un par de manos en sus hombros regresándola al presente, al darse cuenta estaba arrodillada, no se había dado cuenta en qué momento lo había hecho, pero la debilidad en sus piernas era paralizante, la misma debilidad que había sentido al comunicarse con su loba interior.— ¿Qué tienes pequeña muchacha?— Adaku, la anciana que había sido rescatada momentos antes, estaba atenta a cada una de las reacciones de la pelirroja.Oleika no sabía si era correcto decírselo, trago saliva, era un riesgo inminente que alguien mas supiera su condición.“ ¿Podrá ayudarme? ¿Será ella una oportunidad para mantener todo a raya y finalmente tener equilibrio en todo mi ser?” Las dudas comenzaron a in
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