Por no hablar de que Rebeca y Harry no llegaban a ser enemigos.Solo que, en este caso, Rebeca no quería ceder tan fácilmente, pues ella no tenía la culpa de nada en esto.Ahora que Juan se lo pedía, podía darle ese favor.Pero...En ese momento, Juan dijo con voz cálida: —Rebeca, no tienes que apresurarte, está bien que lo pienses y me avises.Rebeca: —Bien.Juan añadió: —En cuanto a Harry, trátalo como quieras, no hace falta que me tengas en cuenta.Rebeca dijo: —Lo sé.Ante su sinceridad, Juan sonrió: —Vale, te dejo que lo pienses, ya hablaremos la próxima vez que tengamos tiempo.—Vale, adiós.Rebeca colgó, pensó un momento y llamó a Israel.Su profesor le devolvió la llamada media hora después: —¿Qué pasa?Rebeca le contó lo sucedido.Israel dijo: —Los favores de Juan no lo consigue cualquiera, así que puedes pensarlo.Israel daba una reafirmación de que Juan era de fiar.Rebeca dijo: —De acuerdo, gracias, profesor.—Adiós.Israel no dijo mucho y colgó.Rebeca no llamó a Juan hast
Leer más