Logan no tardó en recibir una llamada de la casa de subastas.
Tras recibir el mensaje, su expresión no cambió y dijo: —Vale, lo sé.
Allí preguntó: —¿Necesita que le guarde estos dos objetos?
Logan dijo: —No es necesario.
La otra parte no se atrevió a molestarle más y colgó rápidamente.
Natalia, que estaba sentada a su lado, comiendo, le preguntó: —¿Algo pasó con la empresa?
Logan volvió a guardar el celular en el bolsillo y dijo: —No, era una llamada de la casa de subastas.
Natalia se rio y estaba a punto de hablar cuando Carolina intervino: —¿Qué es una casa de subastas?
Logan apretó el cuchillo y el tenedor y cortó un trozo de carne antes de decir: —El lugar donde se subastan tesoros.
—¿Subastar tesoros? ¿Qué tesoro? ¿Es divertido?
Natalia se rio: —Es divertido, ¿no has estado nunca?
Carolina negó con la cabeza: —No.
Volvió a preguntar: —¿Habrá muchos tesoros ahí dentro?
Logan: —Correcto.
—¡Entonces yo también quiero ir a ver cómo es esa casa de subastas!
Natalia dijo: —Pero lo que h