Peter sintió una profunda simpatía por Bianca. La acarició suavemente en la espalda y dijo, tratando de consolarla: —No llores. Tu mamá puede estar en coma, pero sigue viva. Tienes a mí, y puedes quedarte aquí sin preocupaciones. Si necesitas algo, solo dímelo. Somos familia, y nos apoyamos mutuamente. Aún en los brazos de Peter, Bianca asintió y lloró: —Papá, me doy cuenta de mis errores. A partir de ahora te escucharé. Peter sintió que el último vestigio de su resentimiento se derretía al escuchar que Bianca admitía sus fallos. Especialmente después del accidente de Madison, él realmente quería estar allí para su hija. —Ya está bien. Ya es tarde, así que descansa. Una buena noche de sueño ayudará. Todo estará bien. Bianca se apartó y logró una sonrisa. Luego echó un vistazo a Stacey, que estaba parada detrás de Peter con una expresión sombría, y preguntó: —Stacey, ¿no te alegra tenerme de vuelta? —Claro, me alegra verte —dijo Stacey con una sonrisa forzada, aunque la triste
Leer más