Reese lucía tan glamurosa como cualquier gran celebridad, comparable incluso a alguien como Sophia.
Guiada por Bianca hacia la oficina, Reese recibió una cálida bienvenida antes de que la puerta se cerrara. Tomando la mano de Reese, Bianca exclamó:
—¡Reese, has perdido peso!
Reese dio una vuelta y sonrió.
—Sí, gracias a las pastillas para adelgazar que me diste. Si no fuera por ellas, no estaría tan delgada.
Leonel miraba fijamente a la joven y hermosa chica sentada en el sofá.
Reese inicialmente se centró en Bianca, pero eventualmente notó a Leonel. Sorprendida, le preguntó a Bianca:
—Bianca, ¿quién es él?
Con una mirada rápida hacia Leonel, Bianca guió a Reese hacia él y explicó:
—Sin él, no habrías perdido peso tan rápido.
Reese se mostró confundida.
—¿Qué quieres decir?
Bianca sonrió mientras Leonel se ponía de pie. Extendió su mano hacia Reese de manera caballerosa y se presentó:
—Soy Leonel, el hermano de Bianca. Soy profesor invitado en el Instituto de Investigació