El corazón de Dave dio un vuelco ante sus palabras. La empujó suavemente hacia atrás para mirarla a los ojos.
—¿Qué quieres decir?
Bianca lo miró y de repente soltó una risa.
—Solo estaba bromeando. Supongo que estoy preocupada por perderte debido a todo lo relacionado con mi mamá. Temo que cada momento pueda ser el último.
Pero la mirada de Dave se desvió. Últimamente se había sentido inquieto, atormentado por el pensamiento de haber sido inútil durante el incendio. Luchaba con cómo enfrentarse a Bianca.
—¿Qué pasa por tu mente? —preguntó Bianca, notando su expresión seria y el largo silencio.
Dave volvió a la realidad y la miró profundamente a los ojos. Ella lo miró de vuelta, esperando.
Después de una larga pausa, Dave dijo seriamente:
—Bianc, si te dijera que tal vez no te amo tanto como pensaba, ¿seguirías... seguirías considerando casarte conmigo?
El corazón de Bianca se sintió como si le hubieran clavado una aguja, y una sensación pesada y dolorosa la invadió.
Miró a