Dmitriy se levantó de la cama más temprano de lo acostumbrado, besó los labios de su amada y luego fue a lavar su cuerpo, le dio una última mirada queriendo decir adiós, luego salió y fue directo a la habitación de los niños. Se acercó y besó su frente, le partía el corazón tener que despedirse, pero su deber era asegurarse que estuvieran bien, luego de despedirse de sus hijos, camino dando pasos largos hasta llegar a la entrada principal. Allí se encontraba Mijaíl, con los hombres preparados para salir, con armas de largo alcance y munición para dar fin con Andrei; Dmitriy no pensaba dar una oportunidad más a aquel desgraciado para que destruyera a su familia. En los autos a toda velocidad se encontraba Dmitriy y una gran cantidad de hombres dispuestos a ganar, ninguno de ellos se iba a detener hasta acabar con la vida de Andrei.Mientras que iban de camino, Dmitriy trataba de ser fuerte para no dejar caer las lágrimas, las cosas habían cambiado y en aquel momento sentía temor de

Irina diariamente recibe la visita de sus padres, sus pequeños reciben educación en casa, a pesar de que ellos se negaron, Irina se ha hecho cargo del cuidado de aquellas personas mayores, su padre necesita cuidados especiales, y a pesar de que Elena se ha mostrado como una mujer fuerte y saludable, una enfermedad silenciosa la consume. Dmitriy luego de haber recuperado el cargo de cabecilla de la mafia, mantiene ocupado haciendo negocios, su vida familiar se ha reducido en calidad y tiempo, Irina en lugar de reclamarle lo apoya, su amor es verdadero y eterno, se aman con todas sus fuerzas.Dmitriy abrió los ojos y lo primero que vio fue que su esposa, quien se encontraba sentada frente al tocador, llevó la mirada al reloj, frunció el ceño sin comprender lo que estaba sucediendo.—Hola cariño, ¿a dónde vas a estas horas? —Irina giró su cuerpo y le brindó una sonrisa. —Lo siento, no quería despertarte, últimamente has llegado demasiado tarde y mereces descansar —Irina se levantó y fu

Dos días más tarde. Finalmente Dmitriy despertó, su estado era bastante delicado debido a la pérdida de sangre que había tenido, levemente giró la cabeza tratando de descubrir el lugar donde se encontraba.Cerró los ojos, los apretó con fuerza para nuevamente abrirlos, efectivamente era ella, Irina se encontraba recostada sobre un sofá, con una delgada sábana cubría su cuerpo mientras descansaba. —Irina, amor, ¿qué ha sucedido? —habló Dmitriy con un tono de voz débil, y carrasposo. Irina pensó que solo estaba soñando, rápidamente retiró la sábana y se levantó, al ver a su esposo que tenía los ojos abiertos no cabía de la emoción, fue hacia la cama y se lanzó sobre él, lo beso mientras que las lágrimas caían.Dmitriy con la mano pidió un sorbo de agua, Irina con el cuerpo tembloroso sirvió en un vaso y le ayudó a tomar, el llanto era fuerte y descontrolado.—Siento como si un auto me hubiese arrollado, ese desgraciado me tomó a traición, pero una vez que me encuentre a salvo juro qu

Días más tarde.Dmitriy se notaba agotado, debido a la cirugía tenía que hacer pausas en contra de su voluntad, pero aún así durante todo el día y gran parte de la noche buscaba sin cesar a su hija; en horas de la madrugada regresaba a casa. Irina esperaba despierta sentada al lado de la cama de Max, lo consentía hasta que quedaba dormido, ella lo adoraba al igual que aquel pequeño a ella. Irina deseaba recibir buenas noticias cada vez que Dmitriy regresaba a casa, y él lamentaba decirle nuevamente que no tenía ni el más mínimo rastro de su pequeña.Dmitriy como última salida decidió acudir de manera telefónica a los miembros de la mafia de otros países donde él era el cabecilla, les pidió ayuda para que le informaran si llegaban a tener contacto o información sobre Andrei.Luego de hacer unas cuantas llamadas, opaco los deseos de desahogar su dolor en el alcohol y fue en búsqueda de su esposa, ella se encontraba recostada en la cama llorando en silencio, se lanzó a su lado y acarici

Dmitriy regresó junto con su pequeña hija, la felicidad era tanta que él no podía creer lo que estaba sucediendo, fue directo a la habitación de los niños en búsqueda de su amada. Al llegar allí Irina se encontraba jugando con Max, al ver su regreso se levantó a toda prisa, sostuvo en sus brazos a la pequeña Vera, beso sus mejillas y rompió en llanto ante la felicidad que se apoderaba de ella. Irina no tenía palabras, supuso lo peor y tener nuevamente a su hija era lo mejor que le había pasado, Dmitriy se acercó y se abrazaron, el hecho de tener a sus seres queridos a salvo lo hacía sentir más tranquilo. —Gracias, gracias por traerla de regreso —habló Irina con la voz entrecortada.—No tienes nada que agradecer, es mi hija, era lo mínimo que podía hacer —respondió Dmitriy besando la mejilla de su esposa.—¿Lograste acabar con su vida, verdad? —cuestionó Irina fijando la mirada en su esposo. —Luca, el hombre que me ayudó a que todo esto fuera posible ha quedado en traer a Andrei fr