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Todos los capítulos de MI CEO TIRANO, TENGO A TUS HIJOS: Capítulo 101 - Capítulo 110
150 chapters
Un matrimonio sin amor.
Sergey estaba dispuesto a enfrentarse a su amigo de toda la vida, el CEO Apolo Valentain, y al CEO Donovan Lombardi, todos estaban defendiendo lo mismo, y ninguno ahí iba a ceder. — Tío, nos iremos a casa, creemos que papá necesita tiempo para pensar en tu propuesta, vamos papá, mamá nos está esperando. — Sergey, no imaginé que fueras tan maquiavélico, no tienes compasión por tu viejo amigo. — Lo mismo te digo yo, como si tú la hubieras tenido por mí al venir aquí a apoyar a tu demonio para robarme a mi hija. — Nosotros también nos retiramos, esto es solo una pausa, volveremos a retomar el tema en otra ocasión. Solo toma en cuenta que los muchachos tienen atracción el uno por el otro, Sergey. — Dijo el CEO Lombardi antes de retirarse con sus gemelos. — Hija por hija, Donovan, queda en ti acceder o no, ya me lo harás saber después, que tengan buena noche. — Vamos papá, mamá ya me ha enviado un mensaje preguntándome por qué no llegamos todavía a casa a a cenar. Creo que
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Un corazón que sangra.
Angelo se humedeció los labios con el líquido ambarino, escuchaba atentamente a la bella pelirroja. Era hora de hablar lo que tenía para decir. — Emma eres una chica muy especial, de hecho me siento afortunado por haberte conocido, pero debes de saber que yo también tengo una historia, tuve... Tuve una prometida una vez, pero desafortunadamente ella murió en un accidente, desde entonces no me he abierto al amor, y para serte sincero no creo que lo haga nunca. — ¿Cómo...? Disculpa, Pero... yo no sabía nada, Emmanuel debió decírmelo. Es que... En realidad sé muy poco acerca de tí. — No tienes que disculparte, son cosas del pasado, el punto es que... Yo te puedo dar todo lo que quieras, coches, joyas, villas, viajes, pero lo que no voy a darte es amor, nunca me voy a enamorar de ti, Emma, aunque seas una mujer muy hermosa y maravillosa. ¿Lo entiendes? — Vaya, que drástico, eres brutalmente honesto, pero... No sería justo que yo no me enamorara de ti, y tú si. Si lo piensas e
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¡¡No toques a mi mujer!!
Mudos y estáticos quedaron todos en la sala de estar, el rostro inexpresivo del hombre que recién llegaba no mostraba que estuviera bromeando. — ¿Qué significa esto Rafael? Estamos celebrando el compromiso de mi hermana y de Angelo. No me avisaste que venías. Dime, ¿Por qué estás aquí? Emmanuel y Rafael habían sido buenos amigos en la universidad, por supuesto que también conocía a Angelo Leyva. — Ofrezco una disculpa por llegar así a tu casa Emmanuel, pero necesito hablar con Emma, es urgente y necesario. — No entiendo, ¿Qué tienes tu que hablar con mi hermana? Explícate ahora mismo. — ¿No se los dijiste Emma? — El CEO le hacía la pregunta directamente a la bella joven. — ¿Decirnos qué? !Habla ahora! Emmanuel estaba perdiendo la paciencia. — Decirles que ella y yo tenemos una relación, solo que pasaron muchas cosas y tuvimos un mal entendido, ella... — ¡¿Mal entendido, dices?! ¡Teníamos una relación como bien dices, pero de pronto te encuentro casándote con tu ex p
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La fuerza del amor de Rafael.
Rafael aún haciendo todo lo posible para contener a su imponente cuñado, no dejaba de lado a la bella Emma, ella había caído desmayada en los brazos del CEO Leyva. El solo toque de sus manos sobre el cuerpo que consideraba suyo lo enfurecía y mataba de celos, ella era suya, era su mujer, y ni muerto iba a permitir que se la robaran. — ¡Suelta a mi mujer! — ¡Emma! ¿Qué es lo que te pasa? ¡Carajo, tú y yo no hemos terminado! — Emmanuel dejó de pelear con Rafael y corrió a auxiliar a su hermana, pero el CEO Mendoza no se quedó de brazos cruzados. — ¿Qué le pasa a ella? Emma mi amor, responde cariño, estoy aquí, vine a por tí, no voy a resignarme a perderte. — La angustia reflejada en el rostro que hacía un momento permanecía inexpresivo era más que evidente. — ¡Alejate de ella Mendoza, después de lo que ha sufrido por tu culpa no la mereces, ni mereces estar cerca de ella! — Emmanuel, la única razón por la cual no te he noqueado es por Emma, Pero te juro que si intentas
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Estoy embarazada de tu hijo...
Rafael fue al sanitario a lavarse un poco, estaba lleno de golpes y tenía sangre por doquier, tenía los nudillos bastante lastimados, pero eso le importaba poco. Afuera un joven CEO de ojos azul violeta y cabellos rojo oscuro llegaba con un traje en mano. Era quien había acompañado a Rafael en su viaje en busca de su amada. — Buenas tardes a todos, mi nombre es Robert Isaías Rossi, vengo a buscar a mi amigo Rafael. Más el CEO ya venía hacia él. — Roby, estoy aquí. El heredero de la familia Rossi miró a su amigo de pies a cabeza, Rafael estaba bastante maltrecho, se notaba que la pelea con quién sea que haya sido, había sido dura. — Vaya, te quito los ojos de encima por una hora y ya te encuentro como santo cristo, ¿Eh? Aquí está tu traje, ve a cambiarte. — El ojiazul se volvió a ver a Emmanuel, Angelo, y Erick. — Veo que son tres, si le echan montón a mi amigo se las verán conmigo también. — ¡Tu descarado amigo dirás, después de lo que hizo todavía tiene la desfac
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Dando la noticia a la familia.
Los días de infierno que había pasado sin Emma habían sido una tortura, ahora la veía de nuevo pero ella está a distante y lejana porque pensaba lo peor de él. El CEO jamás se esperó escuchar esas palabras de sus labios, ella... ella estaba embarazada... Embarazada de su hijo, eso era completamente maravilloso, increíble. — ¡Nena, me haces el hombre más feliz del mundo, lo recibiremos con todo el amor que se merece, deja de llorar, no es algo malo al contrario, es la prueba viviente de nuestro amor. Emma, por favor persona mi error, no me iba a casar con Joana, desde el principio dije que preferiría perderlo todo antes que perderte a ti. — No me toques, esto no significa que vamos a volver, eres el padre y es solo por eso que te lo estoy haciendo saber, pero mis planes siguen en pie, me casaré con Angelo Leyva. — ¡Por dios Emma, un hijo... un hijo nuestro! Es una gran bendición que la vida nos ha enviado! — el CEO buscó sostener las manos de la pelirroja, pero ella se la
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El rival de amores ha hablado.
El CEO hizo caso omiso al llamado de Emma, al final de cuentas el siempre había hecho lo que consideraba que era lo mejor, era práctico, experto en tomar decisiones rápidas. La familia de León, Angelo Leyva y los hermanos Rossi lo vieron salir, pronto lo abordaron para saber que le había dicho Emma con respecto a su padecimiento. — ¿Y bien? ¿Qué te dijo Emma, Rafael? Habla que todos queremos saber. — Emmanuel se adelantó a preguntar. — La encontré llorando en una camilla, está nerviosa, pero sobre todo está digamos que... Impresionada por los resultados de sus exámenes. — ¡Dios mío, que no sea nada grave! Ezequiel, mi hija tiene que salvarse, es muy joven aún, todavía tiene mucho por vivir. — La madre sollozaba, estaba muy angustiada. — Por favor Calmese señora Elisa, lo que Emma tiene no es mortal, delicado puede ser que sí, necesitará cuidados especiales, un ambiente tranquilo y nada de sobresaltos. — ¡Maldita sea Mendoza, ya dinos que resultado dió el médico! — B
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No tengo nada que perder.
Rafael todavía no podia cantar victoria, el CEO Leyva seguía ahí esperando por Emma. — ¿Qué quieres decir con que no has dicho que vas a cancelar el compromiso? Creo que he sido bastante claro en informarles la situación de Emma y mía, vamos a ser padres, ¿Qué tendrías que ver tu aquí? Oponerte a que volvamos a estar juntos sería incoherente y una perdida de tiempo. — Primero voy a hablar con ella, no soy de los hombres que evadan las cosas. No dejaré tirada a Emma aún estando embarazada de tí, Mendoza. Si ella quiere seguir con nuestro compromiso, yo aceptaré al bebé como mío y lo criaremos de la misma forma que los demás niños lleguen. — ¿Te atreves a decir en mi cara que piensas tener hijos con mi mujer? Creo que... No aprecias tanto tu vida como se supone que debe ser. Mi hijo no necesita de ti, me tiene a mi para ser su padre. Piérdete Angelo, busca otra mujer y ten hijos con ellas quita tus ojos de la mía. — ¿Y si no quiero hacerlo? — Entonces queda a tu absoluta res
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Un encuentro inesperado
Emma no podía ver a la cara a Angelo, habían recién pactado el compromiso pero el embarazo lo cambiaba todo, ahora tenían que terminar, no sería justo para él criar a un hijo que no sea suyo. En la sala de estar, Emmanuel seguía sin aceptar a Rafael, no le perdonaba que sedujera a su hermana y que la hiciera sufrir. La bella joven Rossi que había acompañado al CEO Mendoza para evitar que se volviera a pelear, salió al jardín a tomar un poco de aire, lo que también hizo el CEO Leyva, necesitaba un respiro de toda esta situación tan inesperada. Entonces él empresario la vió ahí admirando las flores, de pronto se acercaba para aspirar su aroma, era como una flor más en ese enorme jardín, pero definitivamente la más hermosa de todas. — Hola, ¿Viniste aquí a tomar aire? — Sin pensar en sus movimientos, el CEO llegó hasta ella. — Oh, no lo escuché llegar. — La chica de cabellos rojo oscuro se sobresaltó. — Discúlpame no era mi intención asustarte, además no te dirijas a mi d
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La despedida.
Los padres de Emma bajaron, ellos venían a llamar al CEO Leyva, la pelirroja quería hablar con él. — Papá, ¿Cómo sigue emma? — Ella está bien dentro de lo que cabe, la noticia del embarazo la tiene muy conmocionada, le ha caído como un balde de agua helada, había pensado que no volvería a tener contacto con el padre de su hijo, pero... Ahora resulta que no puede deshacerse de él tan fácilmente. Rafael enarcó una ceja, lo dejó pasar solamente porque se trataba de su futuro suegro. Pero nadie podría hablarle de esa manera. — Por supuesto, soy el padre del bebé. Si alguien tiene que estar aquí soy yo. El niño es un Mendoza, creí que no hace falta decir que voy a pelear por él... Contra quien sea. El CEO Mendoza se veía aterrador lanzando esa amenaza. — Bueno... Angelo, mi hija quiere hablar contigo, por favor sube a verla, tiene algo para decirte. EL CEO Leyva asintió, pero Rafael no estaba de acuerdo. — ¡Por supuesto que no, mi mujer no se va a quedar a hablar a sol
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