Después, mientras yacían juntos en la cama, el silencio los envolvió. No era incómodo, sino más bien reconfortante, como si ambos entendieran que lo que acababa de suceder era solo el comienzo de algo más grande.Marcus giró hacia ella, apoyando la cabeza en su mano para observarla.—Te amo, Avy —dijo con una sonrisa suave.Avy lo miró, sintiendo que su corazón se aceleraba de nuevo.—Yo también te amo —respondió, dejando que las palabras fluyeran sin reservas.Se quedaron allí, abrazados, dejando que la noche los envolviera mientras imaginaban juntos el futuro que querían construir.El sol comenzaba a filtrarse tímidamente por las cortinas del departamento de Avy, llenando la habitación con una luz cálida y tenue. Avy abrió los ojos lentamente, sintiendo el calor del cuerpo de Marcus junto a ella. Durante unos segundos, pensó que seguía soñando, que todo lo que había ocurrido la noche anterior había sido producto de su imaginación. Pero entonces, al girarse ligeramente y verlo allí,
Leer más