Liah Me olvidé durante esta semana de Kira y Demetry. A mi padre casi le dio un ataque cuando se enteró de que me vine a la ciudad con Emma, y después de amenazas envío a mi tía, quien ha sido un gran apoyo. Nos enfocamos en el evento, el cual ha sido un éxito total, aunque me la he pasado huyendo del amargado Koller. Lo que no esperaba era ver a Elías, que lograra ponerme nerviosa, y mucho menos que era el mismo Leandro Koller.—Estabas bailando con Leandro Koller, —escuché decirle a Emma mientras veía al amargado en la tarima —. Pensé que le huías.—Eso hacía, no sabía qué era él, me dijo que se llamaba Elías.—¿Elías, el hombre que busca a tu hermana? No entiendo.—No busca a Kira, sino a una tal Carlota. Tengo mucha rabia—Los dos me han tomado como una payasa, él sabe quién soy y tiene el tupé de burlarse al preguntarme por él. Después de todo, son hombres que pasan de mujer a mujer, una más que les puede afectar si la hieren o no.—Sí que estás herida. Mejor vámonos

KiraLo logré, mañana me caso con uno de los hombres más ricos de este país, saldré de este pueblo y tendré la vida que me merezco. Aunque a Demetry le falte la malicia y lo apasionado de Elías, y lo dominante y valiente de Carlos.¿Será que se dará cuenta de que no soy virgen? Elías lo supo porque fue el primero, pero Carlos no se dio cuenta. Carlos…—¿Será que aún me quiere o le gustará la sosa de Liah?, ¿Elías pensará en mí?—¿Decía algo, señorita?—me pregunta Julia—Qué la vida es rara, tuve la dicha de conocer a dos maravillosos hombres que lo tenían todo para hacerme feliz, pero les faltaba lo más importante. Dinero.—Le he dicho que le da mucha importancia al dinero y eso no es bueno. —Estos pobres nunca tienen aspiración—si va a amar, debe hacerlo sin importar su estrato social.—Con ese pensamiento no llegarás lejos. Debes pensar en grande. El amor es lindo, pero no se vive de él. Recuérdalo.—Los sentimientos también importan. Si no está enamorada del hombre con el que se va

LiahEstuve toda la noche pensando en lo que me enteré ayer de Carlos y Kira, ¿en qué estaba pensando para hacer eso y jugar con una persona? Y con Elías o Leandro, ¿estará mintiendo?No entiendo. Elías dijo que Carlota era una mujer humilde, sumisa, que le había prometido ser su esposa después de regalarle un perfume y que la conoció en España. Kira es muy diferente. Además, Kira, me dijo que el perfume se lo regaló un camarero en Argentina, y no es capaz de meterse con el hermano si tuvo algo con él, no es tan insensata.¡Dios! ¿Kira, a qué juegas?Aún recuerdo las palabras de Leila cuando enfrenté a Carlos, preguntándole si tenía o tuvo algo con Kira.«Ellos tuvieron una vida de marido y mujer, si es lo que quiere saber, señorita Liah».Pero, si estuvo con un hombre, Demetry se daría cuenta, ¿o no?«La señorita Kira y mi hermano, salieron por muchos años, pero para su hermana era un juego, una relación liberal o así le llaman fuera de este pueblo; este tarado se enamoró de ella. Inc

LiahNo he dejado de pensar y pensar, y darle vueltas a lo de Carlos, Kira, la boda, Demetry.Nada se siente bien.—Estás muy pensativa, hija, ¿me quiere contar? —menciona mi tía mientras nos preparábamos para el gran acontecimiento.—Nada, tía. Solo pensaba. ¿Mi madrina te ha dicho cuáles son los planes de Demetry una vez que se case? ¿Se quedará en el pueblo o se irá?—No lo sé, creo que tu madre está más enterada que yo sobre ese asunto. Lo que sí sé, es que tu hermana odia el pueblo, aunque lo disimula muy bien, y Demetry creció en la ciudad, pero lo veo amañado al pueblo. ¿Por qué?—Es que no sé si sea buena idea que vivan en la ciudad o en el pueblo.—¿Crees que no superarás ese enamoramiento que te nació por Demetry?—Enamoramiento, no. Sé lo que siento y no es pasajero.—No necesito superar nada, tía. No te preocupes por mí.—Claro que me preocupo, es que los Koller tienen una manera de hacer que las Messer pierdan la cabeza.—¿Por qué lo dices? —Veo su expresión y no parece qu

KIRAVoy escuchando voces a mi alrededor, tratando de recordar lo que sucedió mientras recobro el sentido. Reconozco la voz de mis padres, la de Demetry, Liah y, por último, su voz gruesa como la de… No, ¿qué haría aquí? Luego el señor Nio menciona a un Leandro. El hermano de Demetry está aquí.Los escucho decir a Liah que le duele la cabeza, eso no es bueno, ella siempre termina sangrando y en el hospital cuando eso sucede. Después, la voz de mi madre se antepone para pedir que nos dejen a solas. Entre voces y susurros me viene a la mente ¡Elías!¡Está aquí!, ¿cómo? ¿Por qué?—Hija —la voz de mi madre va invadiendo mi mente y abro los ojos —. Hola, amor. ¿Cómo te sientes?—Mamá. ¿Qué sucedió? —Termino de despabilarme mirando a mi alrededor y me encuentro a Liah mordiéndose el labio inferior con su mirada puesta en la puerta.—Te desmayaste en la recepción justo cuando te iba a decir que llegaron tus tíos y Yudia. —Justo ahora deciden volver.—Debe ser tantas emociones, ¿Demetry?—Sali