Sin emitir ningún sonido, Sophie y Jared se observaron en silencio.Ver su propio reflejo en aquellos hermosos y profundos ojos verdes, hizo aullar de alegría a su loba.Lo conocía, ella lo conocía. Lo había visto en televisión. Aquella torpeza al subir al escenario y su tímida, pero orgullosa sonrisa las había estremecido hasta la médula.―Realmente eres tú… ―susurró Sophie, lo cual, extrañó tanto a Jared como a la pareja que observaba la escena ―Gracias a la diosa ―sonrióY es que el lobo que tenía frente a ella había robado su corazón a primera vista. Era la combinación perfecta de ferocidad, inocencia y atractivo. Además, algo en él, incluso a través de la pantalla, alborotó a Sigrún, su loba, quien, en plena transmisión, la había instado a ir a buscarlo a la plaza.Sophie lo pensó, lo pensó de verdad, pero dado a que la asamblea era algo de la familia real, terminó por esperar por el momento adecuado, de todas maneras, ambos estaban destinados a reunirse.Él había sido presentado

Ante sus palabras, Bruno arqueó una ceja, sin perder su sonrisa.—¿Disculparte? —repitió, inclinando un poco la cabeza hacia un lado, divertido.—Ya sabes… por el video en redes y el escándalo a su alrededor… Oh, diosa… —la voz de Anna se quebró un poco al final ―De verdad, no era mi intención meterte en problemas, fui yo la que te insistió en cantar más de una canción ―dijo agachando la mirada ―Yo… ―Entonces, interrumpiéndola, la carcajada suave de Bruno resonó por el lugar.—¿Tú, meterme en problemas? Para nada, Anna —sonrió él —Sí, el video ha hecho explotar mi teléfono con llamadas de mi agente ―dijo negando con la cabeza ―Pero, créeme, más que los chismes, lo que está sacudiéndolo todo allá afuera es tu hermosa voz ―― ¿De verdad crees que es buena? ―preguntó Anna con ilusión―Él dijo que es hermosa ―puntualizó Jared―Déjala, quiere parecer modesta ―le susurró Sophie―Deben aliarse contra aquellos que quieran dañarme, no contra mí ―gruñó Anna, por lo que, tanto Jared como Sophie

Gracias a aquella demostración honesta de afecto, el ambiente solemne fue rápidamente remplazado por una mezcla de alivio y respeto. Incluso Bruno, quien no había dicho nada, asintió con respeto.Aprovechando el cambio en el ambiente, Dante decidió alzar la voz.―Alfa Alastor, majestad ―dijo clavando su mirada primero en Alastor y después en Máximus ―No sé cuál sea el orden de la agenda de esta reunión, sin embargo, quiero informar que he decidido retrasar mi regreso a Luna Azul ―Ante la decisión de su hijo, quien no dio pie a réplicas, Basil frunció el ceño.― ¿Puedo preguntar el motivo? ―cuestionó Máximus, que, si bien ya tenía una sospecha, prefería la confirmación―Hace un rato, justo cuando entramos a este edificio, tanto Anna como yo tuvimos la sensación de ser observados, y al reunirnos con Rosaly y los demás, resultó ser una sensación colectiva, así que, lo siento, pero no pienso alejarme de mi compañera ―― ¿Es así, Rosaly? ―le preguntó Máximus a la loba―Así es majestad ―re

Apenas Anna cortó la llamada con Gael, con la preocupación naciendo en su pecho, Máximus se alejó del grupo y buscó refugio en el ventanal de la sala. Buscando calmar sus emociones, centró su atención en el silencio que ofrecía la vista de Arcadia desde aquel lugar, en los hermosos rayos de sol que se filtraban entre las nubes e iluminaban los tejados de los edificios más pequeños. Tristemente, ni siquiera aquella hermosa imagen logró calmar la ansiedad que se asentó en su corazón.Comenzaba a pensar que la paz era algo a lo que su familia simplemente no estaba destinada a tener.Sintiendo la inquietud en Maoz, Alastor le sonrió a Anna antes de acercarse a su padre y colocar su mano sobre los brazos cruzados del rey.―Tranquilo papá, sólo debemos ponerle punto final a esta historia ―dijo con suavidad ―Lo haremos más rápido si dividimos las tareas ―Sin decir nada, Máximus clavó sus ojos en él.―Tú, el tío Arioch y Basil, encárguense de comunicar lo que está sucediendo al consejo, yo i

Tras lo dicho, el aire en la sala de piedra negra se volvió más pesado, casi irrespirable.Las palabras de Philip habían encendido la mecha de la incertidumbre, y tal cuando ocurre antes de una explosión, la tensión comenzó a hacer arder los ánimos.―Entonces, si lo que se describe es real ―dijo Iktan rompiendo el silencio ―Y lo que hemos estado sintiendo estos días es el preludio de algo mayor, no podemos seguir ignorando la podredumbre que los hermanos Mendel dejaron en esta isla, convoquemos a los maestros hechiceros, después de todo, su deber jurado es el de proteger Arcadia de la misma magia ―― ¿Y entonces qué, Iktan? ―intervino Lancelot, cuya seriedad, los hizo estremecer ― ¿Vamos a ceder nuestra autoridad? ¿Haremos a un lado al rey? Dime ¿qué esperas? ¿Qué corramos detrás de cada vestigio mágico? ―preguntó negando con la cabeza ―Esto no es un asunto de hechiceros, Arcadia fue fundada por lobos, fue protegida por lobos. No olvidemos que los hechiceros han intentado traicionarn