El camino de la montaña era difícil de recorrer. Después de dos horas de que los carros de Adriana subieran al cerro, empezó a llover, con un ventarrón increíble. El líder del equipo paró el carro de adelante y avisó a los demás: —La situación no está bien, el camino de adelante está bloqueado para los carros, tendremos que seguir a pie. —Adriana, ¿podrás hacerlo? Si no, puedes regresar al campamento y esperar noticias —preguntó el líder. Adriana miró hacia la montaña y dijo: —Entre más seamos, más fuertes seremos. No te preocupes, he caminado por montañas antes, tengo experiencia. El líder asintió y, junto con su equipo, empezaron a caminar cargando mochilas y suministros hacia la montaña. Esta competencia de montaña tenía seis puntos de control de suministros, y Camilo estaba en el tercero. El camino entre los puntos tres y cuatro era el más difícil, con muchas rocas empinadas y acantilados, donde los carros no podían pasar. Además, el terreno estaba lleno de piedra
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