Fabrizio—Su Majestad —dije sin poder creerlo. De todas las personas que podrían venir, no pensé que sería él, y aquí estaba.—Estuviste bastante tiempo perdido, vampiro, pero no podías escapar de nosotros por mucho tiempo —agregó con una sonrisa. Yo seguía tosiendo en la orilla, sin creer lo que había sucedido.—Margarita... —jadeé mientras veía a dos lobos conteniendo a los vampiros, Rachel sacándolos del agua, Amelia cuidando a varios, y Lina en los brazos de mi amiga.—Está bien, Marina ya la encontró. Hiciste bien en mandar a ese lobo extraño —respondió él, y sentí que mis fuerzas flaqueaban.—Axel...—Descansa, amigo, lo lograste, realmente lo lograste. Nosotros nos encargaremos del resto —dijo, y caí en un sueño como nunca antes. En mi mente se repetían las guerras en las que estuve, la pelea con Lucio, combatiendo al lado de Sebastián, encontrándome con Xavier en el bosque cuando era un joven lobo. Riéndome con Luna Carmen y jugando con los pequeños alfas. Pensé en Celeste,en n
Leer más