Al escuchar los angustiados aullidos de despedida, Dante salió de la casa del alfa y buscó a su compañera con la mirada.La encontró caminando entre los lobos, dirigiéndose al centro de un pequeño corro que todos los miembros de la manada habían formado para ella.Al ver lo triste que Anna lucía, Dante intentó ir detrás de ella, sin embargo, Ragnar se lo impidió.―Ella debe hacerlo sola ―dijo con la voz quebrada―Pero Ragnar, ella no… ――Debe confiar en nuestra princesa ―dijo Ragnar antes de dirigir su mirada hacia AnnaA sabiendas de que el lobo tenía razón, Dante asintió y dirigió su mirada hacia su compañera para poderla observar con atención.―Te prometo que te regresaré tu puesto papá ―dijo Anna quedamente mientras continuaba con su camino ―Aún no estoy lista para esto, sin embargo, no puedo dejar a nuestra manada desprotegida y sin un guía… ―Ante sus palabras, la joven no pudo evitar sonreír.―Es irónico que diga esto, pues sin ti, me siento completamente perdida, me hace falta

Al entrar a la oficina, Anna se quedó de pie justo en el centro, sintiéndose incapaz de ocupar el lugar de su padre detrás del escritorio. Gerard, por su parte, se dirigió directamente a una estantería, donde comenzó a buscar frenéticamente.― ¿Estás bien? ―le preguntó Armin a Anna en voz queda al abrazarla por los hombros―No, no fue fácil ―masculló AnnaAnte su evidente tristeza, Armin apretó suavemente a Anna contra él, lo que a ella le arrancó un suave suspiro.―Sabes que cuentas conmigo, ¿verdad? ―le preguntó quedamente, por lo que Anna asintió―Gracias ―masculló ella antes de dirigir su mirada hacia Gerard, quien parecía desesperado ― ¿Qué buscas? ―preguntó con curiosidad― ¡Esto! ―exclamó el hechicero de manera triunfante antes de mostrarles un mapamundi― ¿Cómo sabías que eso estaba allí? ―preguntó Armin arqueando una ceja―Uh… Bueno, yo… ―Dándose cuenta de que se había descubierto por su propia impaciencia, Gerard suspiró antes de acercarse al escritorio.―Anoche, tal y cómo

Ante las palabras de Laisha, Anna dirigió su mirada hacia Ella.Al igual que su madre, la joven loba respiraba con dificultad, y, en su rostro, estaba dibujado el dolor y el miedo, por lo que volvió a acariciar el rostro de Ella hasta que, Maya, volvió con algunas toallas secas.―Todo estará bien Ella, Byron es fuerte… ―sollozó Anna mientras secaba el cuerpo de su amiga― “Señor, debemos ir a buscarlo” ―dijo Laisha con firmeza ― “Permítame ir a Arcadia, Gael es mi hermano, si lo encuentro…” ―― “Ustedes no irán a ningún lado” ―dijo Elián de manera tajante ― “Alastor me dio la orden de mantenerlos a salvo y de encargarme de ustedes en el caso de que algo le pasara” ―― “Pero, señor…” ―empezó Tasso, quien se interrumpió cuando Elián clavó sus ojos en él― “Yo manejaré la situación” ―dijo Elián antes de dirigir su mirada hacia un lugar detrás de la cámara― “¿Señor?” ―se escuchó la voz de una joven― “Talía, por favor llama al equipo especial, explícales la situación y envíalos a Arcadia

El camino a la casa de juntas fue hecho en silencio, pues nadie, parecía tener ánimos para charlar.El día había sido largo y lleno de emociones fuertes, y para empeorar su situación, parecía que el día aún tenía mucho preparado para ellos.Cuando llegaron, Chloe y Gerard se apresuraron a seguir a Ceres al sótano de la casa, mientras que Ragnar y Armin, se quedaron en la cocina picando algo mientras que los hechiceros cumplían su trabajo.―Gerard dice que pueden pasar ―informó Gino al cabo de media hora― ¿Está todo bien? ―le preguntó Armin―Eso parece ―dijo Gino ―Diana no está hechizada y Gerard acaba de sellar sus poderes, y solo por si acaso, pidió que fuera esposada con esposas de plata ―― ¿Realmente era necesario? ―preguntó Armin algo extrañado por el comportamiento del hechicero―No realmen

Al ver que Diana no parecía tener la respuesta, Gerard resopló con fastidio.Al parecer, Diana era demasiado inocente y había caído redondita en la trampa de esos hechiceros.―Ambos fueron miembros del aquelarre Eclipse, sin embargo, no se sabe mucho de ellos ni del por qué su familia fue exiliada ―explicó Gerard― ¿Exiliada? ―preguntó Diana con sorpresa― ¿No te lo dijo? Vaya ¿Por qué no me sorprende? ―dijo Gerard divertido ― ¿Qué fue lo que te dijeron? ――Sólo eso, que el aquelarre había sido importante para ambos y que todo lo que habían investigado, apuntaba a que el alfa de esta manada y la familia real estaba implicada en el ataque ―dijo Diana negando con la cabeza ―Me dijeron que el alfa de esta manada había enloquecido tras perder a su hija y que, por algún motivo, él culpaba a la familia real, me dijeron que, era un alfa poderoso y que seguramente, había convencido a otros para atacar al aquelarre y probarle al rey que no le tenía miedo alguno, que solo quería a su hija de re