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34 chapters
Fernando quiere que Daina sea su amante
En ese instante ahora más que nunca necesita a su madre cerca que le dijera que luchará o bien que no la dejara desprotegida como ella ahora se sentía su ansiedad le hacía pensar que no valía nada que no era suficiente que era mala persona y que por eso merecía todo lo malo su hermana quería ayudarla llevándosela con ella quería protegerla de todos hasta de su papá, pero ella por fin se había quedado dormida. — Fernando, no le hables a mi hermana ahorita, ella está muy mal — habló Rocío un tanto enojada. —Ayuda a Daina ella se quiere morir, no quiere vivir, me lo dijo en esa llamada — habló Fernando, preocupado. — Si la ayudaré, no te preocupes, me la voy a llevar a la ciudad — respondió Rocío colgando aquella llamada. Puesto que llama a su hermana quien no contestaba, pues Daina necesitaba estar sola necesitaba lidiar con esa soledad y esa ansiedad que la estaba matando poco a poco, pues en el fondo ella quería morir quería desaparecer del mundo si fuese necesario paso la noche e
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Fernando quiere manipular a Daina
Daina se quedaba callada, no quería creer que Fernando era un tipo un tanto despreciable. No quería creer que él fuera esa clase de persona no quería escuchar que él no la quería no la amaba y que el verdadero significado del amor era no dejarla en sus peores momentos, sin embargo, él no la quería simplemente se dedicaba a lastimarla, por otro lado, Leonardo quería a Daina con todas las fuerzas de su alma, pero ella simplemente se había enamorado de Fernando. Aún no lograba entender qué había visto Daina en Fernando. ¿Por qué se había enamorado de el porqué dejó de quererlo tan de repente o, mejor dicho, porque había dejado de amarlo? Dudas asaltaban a su mente que se había convertido en un caos. —Tal vez será mejor que olvides a Daina — dijo su mejor amigo mirando a Leonardo quien rompió con sus dedos el lápiz que sostenía en sus manos. — Como si fuese tan fácil olvidarla y hacer como si nada hubiese pasado —habló Leonardo aventando los pedazos del lápiz. — Ella dejó de quererte
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Daina y su hermana se emborracha
Su hermana la esperaba en la terminal de autobuses la pensaba ayudar y distraer después de su ruptura con Fernando en un inicio le decía que no anduviera con él sabía lo que era su primo sabía a lo que él estaba metido, sin embargo, no quería intervenir en sus decisiones no quería ser como su papá que había puesto el precio con tal de que se alejarán de su hija o mejor dicho terminarán aquella relación de una vez por todas. Rocío la esperaba con una sonrisa. Sabía que tardaría en sanarse, sabía que tardaría en recuperar la confianza en sí misma, ya que se había enamorado de alguien que no debía. —Hola — abrazó a su hermana. — ¿Lista para la fiesta, Daina? — habló Rocío sonriendo. —Sí, lista — habló Daina tratando de hacer una sonrisa, o mejor dicho, fingía que no le dolía aquella separación, aunque la verdad le estaba doliendo hasta el alma. Era como un dulce que le habían quitado de la boca era como si le hubieran quitado una parte del, pues estaba profundamente decepcionada de F
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Daina ya no era la misma chica alegre
Era como si por medio de ese suspiro encontrara las respuestas para saber qué decirle a Fernando. — No te odio —habló Daina suspirando pesadamente. —Es bueno escucharlo de ti, Daina — sonrió Fernando. — Escucha, solo dile a mi mamá que estoy bien, que no se preocupe — habló Fernando al otro lado de la línea haciendo que Daina colgará. Saliendo del baño un tanto perturbada, encontrándose con su hermana, quien la miraba, un tanto desconfiada, sabía que algo tenía. Daina sabía que algo estaba escondiendo. — ¿Quién te habló, Daina? —preguntó Rocío cruzando sus brazos. —Era un amigo, no te preocupes —habló Daina tratando de sonreír. — ¿Segura? —preguntó Rocío un tanto desconfiada. — ¿No será que te llamo Fernando y por eso estás de ese modo? — preguntó Rocío. Un tanto desconfiada, sabía que alguien la había perturbado o, mejor dicho, la había incomodado y puesto inquieta. —Si segura no tienes que preocuparte, yo estoy bien —habló Daina tratando de sonreír, pero en el fondo ella no e
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