Por ValeriaLlegué a mi departamento, me pedí un uber y rápidamente fui al aeropuerto, estaba escapando, lo sabía.No quiero que llegue el día que Ale se canse de mí, que me saque de su cama sin mirarme, con esa indifrencia con la que trata a sus amantes luego de una noche de sexo.Merendé en el aeropuerto, no había almorzado.Tengo 20 llamadas perdidas de Alejandro.Nunca lo atendí.No quiero dudar, tengo que subirme al avión.Finalmente me embarqué, lo hice con muchas dudas y muy angustiada.Hablé con mi hermana, le conté por arriba, lo que me sucedía.Le pedí que si Alejandro se comunicaba con ella, guardara mi secreto.No creía posible que se tomara la molestia en buscar el número de teléfono de mi hermana, solo por las dudas, quise cubrir ese frente.Supongo que va a hacer un berrinche uno o dos días, luego ahogará sus penas, por así decirlo, con sexo y alcohol, por unos días y en una semana o 10 días no se va a acordar que existí en su vida.Así se manejó siempre.Pienso en eso

Por AlejandroFui a la oficina y pedí el desayuno allí, como antes de conocerla.Comencé a desayunar en el departamento, solo para disfrutar un poco más de su compañía a solas.A media mañana Susana me mandó a una nueva secretaria, totalmente llamativa, que se me insinuó 200 veces la primera hora.No la miré y me molestó la actitud.Ninguna va a ser como Valeria.Por la tarde le pedí que me la cambie.Así estuve todos los días durante unos días.No soportaba ver a alguien más sentada en el lugar de Valeria.-No quiero a ninguna secretaria.-La necesitás.-Necesito a Valeria.Noté cierta duda en Susana y en forma inmediata bajé hasta su oficina.Entré sin golpear ni anunciarme.-Susana, por favor, decime en dónde está.-No te lo voy a decir, si vos solo deducís en donde está, te voy a ayudar.-¡No es un juego!Le grito.-Te calmás.-Quiero a mi mujer.-No es tuya, recuerdo que en más de una oportunidad ella te dijo que no sos el dueño de las personas y que tampoco sos su dueño.-Quiero

Por ValeriaSiento que alguien me hace sombra, algún pesado que tengo que espantar, recuerdo como yo le sacaba a las mujeres de su cama, es mucho más fácil decirle al que se me acerca que no me interesa nada con nadie.Abro los ojos y veo a Alejandro, me incorporé de un salto.Ale me abrazó diciéndome que me amaba, que me extrañó, que por fin me encontró y que se quería casar conmigo.Yo siento que estoy soñando.Me besa, apasionado, loco, ansioso y esa boca me vuelve completamente loca, le devuelvo sus besos como una desquiciada.Me hizo delirar tanto, que pensé que estaba soñando.Me llenó de palabras maravillosas, de palabras de amor, diciéndome que hasta dormía con mis tanguitas en su mano, que no estuvo con otra desde que hicimos el amor en su oficina, que me iba a pedir perdón toda su vida por hacerme sufrir.Le dije todo lo que sufrí.Yo lo necesito como él dice que me necesita a mí y una vez más pienso que mi madre podría tener razón, habían pasado muchos días y él me vino a bu

El paraíso Por Valeria Esa noche cenamos afuera y nos apuramos para ir a su departamento, que desde ahora, iba a ser nuestro nidito de amor. Estoy entusiasmada y feliz, pero las dudas van a estar en mí por un largo tiempo. Nos amamos hasta el amanecer. Todo parece mágico. Su habitación es el mismo paraíso, en donde no existe más que amor. Nos despertamos abrazados. Su sonrisa hace que me pierda y miro su boca y doy gracias al cielo que por fin sea solo mía. Mientras él se duchaba preparé su ropa y también la mía. Luego preparé el desayuno para los dos. Dormía un poco más, porque no viajaba desde mi departamento. Le hice el nudo de su corbata y me confesó que me pedía que se lo hiciera solo para tenerme cerca. Llegamos juntos a la oficina, como antes, como todos los días. -Vale, antes que nada te quiero contar que mi padre… Pensé que me iba a decir que no estaba de acuerdo con que nos casemos. -Estaba como loco por el beso con Daniela y cuando comenzó a presionarme para