Juan parpadeaba frenéticamente con sus largas y hermosas pestañas como plumas de pavo real, su corazón latía aceleradamente.Rara vez su corazón latía tan rápido, esta vez era debido a la mujer inquieta que sostenía en sus brazos, con esa mirada y manos inquietas.No era que él se sintiera atraído hacia ella, sino que esta mujer era casi idéntica a Clara, abrazando a su "hermana menor" y coqueteándole. Realmente no sabía qué hacer.—¡Uh... me... me siento mareada...! —Esperanza, con sus ojos acuosos y brillantes, su cuerpo delicado se desplomaba hacia abajo.Había bebido demasiado y había estado saltando por largo rato en la pista de baile. En este momento, su estómago estaba revuelto, sufriendo una gran agonía. —Chico, ¿puedes...acompañarme... a vomitar? No puedo soportarlo más...Si fuera cualquier otra mujer, Juan seguramente la habría dejado de lado, incluso la habría rechazado y alejado para evitar que vomitara sobre él.Pero debido a este rostro tan familiar, no pudo rechazarla.
Leer más