La bruja me guía por el interior del frondoso bosque, cuya extensión no se notaba tan grandiosa mirándolo desde afuera, la cosa cambia una vez que llegamos a lo que supongo sigue siendo parte del camino principal. Según entendí, eso se debe a que hay un hechizo alrededor para despistar a los intrusos y hacerles creer que solamente dan vueltas en círculos o también que al caminar por unos quinientos metros ya están del otro lado. El bosque los expulsa, no corremos con esa mala suerte gracias a nuestra guía pelirroja, misma que más de una vez provocó que algunas hojas cayeran directo en mi rostro o lograra tropezarme con ramas de los árboles que mágicamente aparecieron de la nada. Nuestra excursión repentina se debe a que Ágata logró contactar con el representante de las brujas que participó en la reunión donde mi abuelo fue el protagonista por parte de la población humana, dijo que si deseábamos una audiencia con él debía ser ese mismo día o podríamos despedirnos de cualquier respues

Me despido de mi tío en las puertas de la mansión que durante semanas fue mi hogar, lo encuentro mucho más cálido que mi verdadera casa en Italia y supongo que fue porque aquí pasé la mayor parte del tiempo rodeado de personas que de verdad me aman. Supongo que lo que más lamenta Iván es apartarse por tiempo indefinido de la bruja, y eso en vista de que ella se ofreció a ayudarme para poder descifrar el contenido de las cartas. No solo por su curiosidad de saber qué fue lo que pasó con mi abuelo, y con la segunda generación que trató de apaciguar las enemistades entre todas las razas. Sino también por algunos sueños extraños que han aquejado sus noches durante los últimos tres días. Parto con rumbo a mis territorios ya que me han llegado informes de nuevos avistamientos sobre licántropos, debo hacerlo solo porque es un momento crítico para mi tío como para abandonar los límites rusos. La tercera carta me devuelve a Italia, digamos que me parece demasiada casualidad que la segunda m

Nuevamente soy yo, nieto, tu mayor carga. Falta poco para que finalmente conozcas la historia completa, para que veas que la humanidad no es más que una minúscula parte de un conjunto que cada día ocupa más lugar, y que prontamente acabará con nuestra raza sino aprendemos a enfrentarlos o como mínimo a defendernos. Ruego que las armas hayan permanecido en el lugar que decidí era el mejor para esconderlas de otros humanos, concretamente de los socios que en un inicio apoyaban mi cruzada y que posteriormente comenzaron a levantarse en mi contra por no buscar algo más que la defensa y el ataque.La mala característica que tiene el ser humano es que nunca es suficiente, y si hablamos de poder, eso es algo que desatará una guerra abismal dejando así millones de muertos. Decidí que lo mejor era separar los proyectiles de las armas, la ubicación se te detallará en la cuarta carta y también te narraré un poco de la historia que los gobernantes se niegan a que la gente común sepa. Nuevamen

Intentar no desmoronarme al ver a mi amado Stefano tirado en el suelo sin vida, sus hermosos ojos cerrados y la calidad respiración que me daba mil años de vida, fue una tarea extraordinariamente titánica y olímpica.Ahora no habrá nadie que me dé los buenos días al despertar, que agoten mis noches con tanta pasión y amor al mismo tiempo que vivirlo es mucho mejor que contarlo o recordarlo. Eso es porque mantengo vivo aquel fuego que me volvió una adicta a sus caricias, besos, abrazos y palabras de cariño que nadie nunca me transmitió.Encontré el amor después de tantos años de sufrimiento, e irónicamente lo hice a manos de un mafioso asesino cuyo deseo por el poder sobrepasaba toda ética y moral. No me importó, mucho menos ante el cuidado, dedicación y esfuerzo de un débil humano demostró desde el segundo uno en que me crucé en su camino. Fue mi primera experiencia en cada sentido de la palabra, desde lo sexual hasta lo sentimental. Esperaba que la diosa luna - ser que en un inicio

No tuvieron que hacer mucho para atraparme y mantenerme encerrada en la jaula que ahora mismo se volvió mi hogar, me entregué por propia voluntad sin demostrar mis habilidades de lucha o la capacidad que mi mente desarrolló para poder controlar a otros licántropos sin importar qué tan fuerte sea. Apoyo mi cuerpo en esos barrotes que desde ahora deben volverse mis mejores amigos, porque una vez que sea liberada de esta jaula voy a hacer obligada a vivir el resto de los siglos de vida que me quedan encerrada como un animal. Veo el paisaje memorizando así lo más hermoso que la naturaleza puede brindarnos, y que todas las razas se empeñan por destruir por guerras o conflictos absurdos que iniciaron hace siglos y cuyas causas ya se olvidaron. Inhalo profundamente cerrando los ojos absorbiendo así cada aroma que se filtra hasta mi mente, deseo memorizarlo todo, hasta las criaturas más pequeñas e inofensivas. Sé muy bien lo que me espera al bajar de este vehículo, no nos transportamos di