Alicia regresó a la oficina después de ir con el médico, le avisó a Axel que había llegado, pero que iba a terminar de organizar unas cosas.Después de unos minutos, Luis llegó a su escritorio.—Te vas mañana, ¿verdad?Preguntó desanimado Luis.—Sí, regreso el lunes.—Entonces nos vemos el lunes. Que tengas un buen viaje... Los días serán eternos sin verte.Alicia se ruborizó levemente.—Oye, Luis, viajaré también el miércoles, pero será una semana.—¿Una semana completa?—Sí, me iré con el jefe.—¡Es muchísimo tiempo!—No. Son pocos días; se pasa rápido el tiempo.—Alicia...Luis quedó en silencio.—¿Pasa algo?—No, no es nada, olvídalo, te veo a tu regreso.—Sí, cuídate mucho, no vayas a recaer en tu resfriado.—No. No te preocupes, que tengas un buen viaje.—Gracias.Luis se alejó de Alicia; ella lo notó un poco pensativo, pero no quiso presionarlo para que le dijera el motivo. Después de que Cameron se fuera a casa, Axel salió de la oficina y fue directamente con Alicia.—¿Nos vamo

Alicia abrió uno de sus ojos, pero la obscuridad de la habitación no la dejaba ver nada. Se acercó al buró de la cama y encendió una de las lámparas. Al voltear a ver a la cama nuevamente, vio a Axel que dormía. Se acercó a él y lo abrazó dándole pequeños besos en sus ojos y sus mejillas. Axel poco a poco abrió los ojos viendo a Alicia frente a él.—¿Ya anocheció?Preguntó Axel, un poco adormitado.—Ya, amor.—¿A dónde quieres ir?—Podríamos quedarnos aquí.Alicia dijo con su voz dulce.—Sí, claro.—No sé por qué estoy muy cansada.—Por el viaje, hemos viajado dos veces en esta semana; aunque no hayan sido muchas horas, es pesado.Él se frotaba los ojos.—¿Tú crees?—Sí, podemos pedir algo de comer con servicio a la habitación, además haremos algo que te gusta a ti.—¿A mí?La curiosidad de Alicia era evidente.— Ver una película.—¡Ah!—¿Qué estabas pensando?—No, nada, nada.Alicia estaba muy avergonzada.Axel pidió servicio a la habitación; cuando terminó de ordenar, quiso darse una

Alicia esta vez despertó muy temprano debido a que estaba emocionada, ya que vería a sus tíos. Desde el funeral de sus padres no los había visto.Despertó a Axel abrazándolo, dándole muchos besos. Axel sintió cada uno de los besos de Alicia.—Buenos días, Alicia.—Buenos días, Axel, vamos a darnos un baño juntos.Alicia sonrió y rápidamente haló de la mano a Axel para que se levantara de la cama.—Ya voy, ya voy.Axel se levantó de la cama, abrazó a Alicia mientras caminaban a la ducha; después de cepillarse los dientes, él quitó la blusa de Alicia y ella su camisa; después de quitarse todo, se metieron a la regadera.Axel vio a Alicia ponerse un poco de champú; mientras ella lo hacía, pensó que nunca se había bañado con ninguna mujer, ni con Elizabeth, que fue su esposa; lo había hecho, pero con Alicia se había vuelto algo normal y eso le gustaba.Al terminar de bañarse, los dos salieron del baño; Alicia comenzó a buscar su ropa y terminó vistiéndose con un short negro y un blusón roj

Al llegar a la hacienda, Araceli había organizado una cena de despedida. Axel y Alicia se despidieron de todos en la casa y agradecieron la hospitalidad. Al subir a la habitación, entró primero Axel y rápidamente tomó la caja del anillo que había quedado en el buró, guardándola nuevamente en su maleta."Perdí mi oportunidad, pero al regreso le organizaré algo hermoso".Pensó Axel mientras guardaba el anillo; Alicia no había visto nada de lo que hacía Axel.—Hay que bañarnos, Axel, mañana nos vamos muy temprano.—Sí, tienes razón, vamos.Después de un baño juntos, los dos se pusieron el pijama y se acostaron a descansar.A la mañana siguiente, Axel despertó con un beso a Alicia. Ya era hora de partir al aeropuerto de Querétaro; para eso debían manejar una hora mínimo.En el aeropuerto recibirían el auto que habían rentado. Axel ya había arreglado todo para que fuera así.Al bajar de la habitación con sus maletas, la familia de Alicia los esperaba.—Hija, me dio mucho gusto tenerte en ca

Durante todo el camino hacia su casa, Axel había pensado en la situación que estaba enfrentando. Si Nahomi hubiera aparecido antes de Alicia, daría igual, pero ahora no solo podía aceptar por aceptar.Al llegar a su casa no escuchó ni un solo ruido; esto le hizo pensar que Alicia se había quedado dormida. Subió a su habitación y se percató de que estaba vacía. Alicia se había ido; rápidamente sintió una angustia: hacía dos días todo estaba bien, pero ahora todo se estaba derrumbando. Axel se acostó en su cama, pensó en llamar a Alicia, pero desistió de esa idea; extrañaba a Alicia y su calor.La noche pasó lentamente para Axel; al amanecer se vistió como de costumbre y, al llegar a la oficina, Alicia y Cameron estaban en su escritorio.Axel se colocó delante de Alicia, mirándola a los ojos.—Pasé a mi oficina.Ordenó Axel con esa voz tan imponente que le caracterizaba.Alicia no dijo ni una palabra, solo se levantó del escritorio obedeciendo la orden de su superior.—Señorita Rodríguez