CAPITULO 59 : DESPEDIDA.
Durante todo el camino hacia su casa, Axel había pensado en la situación que estaba enfrentando. Si Nahomi hubiera aparecido antes de Alicia, daría igual, pero ahora no solo podía aceptar por aceptar.
Al llegar a su casa no escuchó ni un solo ruido; esto le hizo pensar que Alicia se había quedado dormida. Subió a su habitación y se percató de que estaba vacía. Alicia se había ido; rápidamente sintió una angustia: hacía dos días todo estaba bien, pero ahora todo se estaba derrumbando. Axel se acostó en su cama, pensó en llamar a Alicia, pero desistió de esa idea; extrañaba a Alicia y su calor.
La noche pasó lentamente para Axel; al amanecer se vistió como de costumbre y, al llegar a la oficina, Alicia y Cameron estaban en su escritorio.
Axel se colocó delante de Alicia, mirándola a los ojos.
—Pasé a mi oficina.
Ordenó Axel con esa voz tan imponente que le caracterizaba.
Alicia no dijo ni una palabra, solo se levantó del escritorio obedeciendo la orden de su superior.
—Señorita Rodríguez