Cesar y Daniel, quienes me estaban siguiendo muy de cerca, flanqueándome para protegerme, ahora están deteniéndose casi en seco, al ver que estoy frenando, para darle la cara a estos dos, a quienes ya va siendo hora de que eliminemos, porque, si escuché bien al Lúcian, debe andar uno de los Barnes dándole vueltas a la casa de la manada y, si se da cuenta de que me he escabullido, pues, puede que venga a darme casa, lo cual no supondrá nada bueno, a pesar de que Cesar y Daniel están conmigo, ya que serán a quienes de seguro matarían en la primera oportunidad que se les presente, porque, como bien se lo dije a Daniel anoche, a mí me quieren con vida, en cambio, nada les daría más gusto que acabar con los escoltas de Aike.Entonces, los lobos omegas convertidos se detienen ante la amenaza que representamos los guardaespaldas y yo, y tratan de llegar hasta mí, pero ambos escoltas se los impiden con sus garras y dientes, haciéndoles entender con sus lomos encrestados que les será más que d
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