Capítulo:9: ¿Quieres ser la heroína?.

Bratt al escuchar sus palabras y al ver su expresión preocupada se calmó enseguida. Lizzy siempre lograba calmarlo, era como la suave brisa que lo rodeaba brindándole esa paz que necesitaba.

–¡Pero hermano!, no es mi culpa, es culpa de esas…..– Lizzy que gritaba con rabia e impotencia se calló automáticamente al ver la mirada fría de Bratt sobre ella , sabia cuando no podía pasar sus límites,  y este era uno de ellos.

–Cristy, mejor vallamos a cambiarnos los vestidos– musito Lizzy con una cálida sonrisa mientras entrelazaba sus brazos.

–Hermano mayor,  volvemos en un momento– le dijo a Bratt mirándolo con ojos de amor y tranquilos. Tocando el corazón de  Bratt , el cual  asintió en reconocimiento viéndolas marcharse.

Después que Rouss y Janet se habían alejados de ellos  se dirigieron al baño para retocar su maquillaje, al llegar, escucharon unas voces desde el interior.

–Es tan desagradable que esa bandida de Rouss halla regresado– dijo una voz molesta.

–¿Viste su aspecto?, seguramente nada en ella es natural– respondió otra voz llena de celos y envidia.

Cuando las dos mujeres escucharon pasos acercándose,  se callaron inmediatamente,  viendo a Rouss y a Janet ingresar con un aura fría e intimidante.

–Este par de sabandijas, ¿Por qué no siguen hablando?– gritó Janet con ojos fríos con una postura tan recta y gloriosa que hacia sentir inferior a cualquiera,  excepto Rouss que estaba a su lado con la misma aura que ella.

Las dos mujeres palidecieron de miedo mientras empuñaban sus manos llenas de ira y odio.

–¿Acaso estamos mintiendo?, no puedes tapar el sol con un dedo aunque quisieras– musito una joven con apariencia sobresaliente llena  de coraje y odio por ese par.

Aunque aún no era muy conocida en el mundo del entretenimiento, ya se estaba haciendo un nombre gracias a que había actuado en muchas obras de teatro y  en algunos episodios  de algunas series. Actualmente  su gerente estaba discutiendo un papel importante en una serie llamada,  "bajo la luz de la luna". Aunque no era el de la heroína, aún era un buen papel.

Ella no tenía la suerte de haber nacido en una cuna de oro como Janet Morton, donde su familia era prácticamente dueña de todos los puertos navieros de la ciudad y por ende ella nunca tubo que preocuparse por nada.                                           

Ella al contrario tubo que esforzarse y sacrificarse mucho para llegar hasta donde esta ahora,  y no dejaría que nadie la intimidara y le quitara lo que era suyo.

–Pero que lengua mas resbaladiza tiene esta chica, Rosy, ¿Qué crees tú?– pregunto Janet tomando una postura casual mientras que sus ojos se teñían de diversión y desprecio.

Rouss miro indiferentemente a las dos jóvenes que tenía al frente, la que había hablado era Casandra  Brown, una estrella en ascenso que tenía una personalidad explosiva. Sus actuaciones eran sobresalientes,  con un poco de apoyo y práctica, podría llegar a la cima rápidamente.

La que estaba a su lado era Celinda Davis, otra pequeña estrella en ascenso, pero la cual tenía un rango menor que Casandra.

Rouss llegó a saber de ellas gracias a que había estado investigando sobre el círculo del entretenimiento desde que había llegado a la ciudad,  había un sin numero de fin de pequeñas estrellas que querían hacerse conocer.

–Aunque no sabe controlar su lengua, es una buena actriz, con algo de cuidado llegará muy lejos– respondió Rouss mirándola desinteresadamente como si estuviera hablando del clima. Aunque no le gustaba su actitud, eso no quería decir que no expresaría   lo que pensaba sinceramente.

Casandra y celinda miraron a Rouss en estado de shock,  por sus cabezas pasaron muchas maneras groseras de como Rouss podría responder a la pregunta de Janet,  pero jamás pensaron este tipo de respuesta.

–Mm, es verdad,  pero personalmente odio a las personas que no saben respetar y comportarse, tsk, parecen infantiles– vociferó Janet algo molesta al ver a ese par conmocionadas en su lugar.

Rouss –….--   Mirándola tranquilamente. 'Tu también eres infantil en ocasiones ‘ dijo en su interior  --Déjalo ser, mejor vamos rápidamente a lo que venimos,  y después a ir a comer algo–  hablo Rouss  frunciendo sus labios al tiempo que caminaba junto al espejo para lavarse la cara.

–Rosy,  eres demasiado amable,  este par de sabandijas estaba hablando mal de ti, y tú, ¿no tomaras venganza?– inquirió molesta  viendo a ese par amenazante con ganas de golpearlas y desahogar su frustración.

¿Amable?.

No, no era que estuviera siendo amble, simplemente su venganza no era contra ese par, y tampoco quería gastar sus fuerzas por algo insignificante. Pero eso no quería decir que dejaría ir las cosas tan fácilmente  si volvían hablar de más.

Ambas terminaron de retocarse el maquillaje, cuando estaban por marcharse, Rouss fue retenida nuevamente por una de las jóvenes.

–Señorita Wyner, ¿ po --podría ser su amiga?, perdóneme por lo de hace un momento–  musito con una voz temblorosa y avergonzada Celinda Davis sintiendo sus manos sudar por los nervios y la ansiedad.

Rouss se sorprendió al escuchar sus palabras,  quedándose  aturdida por  un momento mientras  miraba la expresión de celinda, la cual parecía sincera y tímida.

–Por mi no ahí problema, nos vemos en la próxima– respondió después de considerarlo por un momento,  siempre era bueno tener a  alguien del mismo lado.

–Gracias– agradeció sinceramente celinda exhalando un suspiro de alivio al escuchar su respuesta. Tenia la sensación que si seguía a Rouss, su vida podría cambiar.

Las dos se marcharon dejando al dúo aún en el baño.

–¿Acaso estas loca?, ¿Por qué quieres ser amiga de esa p***a?, ¡harás que te  arrastre con ella al fango!– gritó Casandra enojada frunciendo sus cejas en disgusto.

–Es algo que decidí,  y estoy dispuesta a tomar el riesgo– respondió con voz y postura firme y segura antes de salir del baño.

Janet llevo rápidamente a Rouss a saludar un productor que la había visto y estaba interesada en ella para rodar una serie. 

La comida tendría que esperar un momento,  esto era más importante.

–Señorita Wyner,  un placer conocerla,  soy el productor Thiago Rossi– se presentó entusiasmado como un niño pequeño que acababa de adquirir un nuevo juguete.

Rouss frunció el entrecejo  con algo de  disgustada al ver su  actitud, ‘si este imbécil esta pensando de más, lo pondré  inmediatamente en su lugar’, pensaba mientras lo miraba con los ojos fríos e indiferentes estando alerta en todo momento.

Thiago sentía todo su cuerpo erizarse ante su fría mirada, no podía negar que se sentía intimidado y nervioso en sobremanera,  a parte de Janet,  esta era la primera vez que le temía a otro mujer.          Pero tampoco  había que negar que tenía al frente suyo una belleza sobrenatural,  esa piel se veía tan sedosa y suave que sentía sus manos picar por querer tocarlas.

–Aunque es un idiota,  este imbécil conoce sus límites y sabe muy bien cuando no cruzarlos– espetó Janet mirándolo fríamente y marcando las últimas seis palabras cuidadosamente.

Thiago estalló en un sudor frío, sentía que las gotas de sudor rodaban por todo su cuerpo mientras que una marca de pequeñas gotas brillante se entendió por su frente. ¡Claro que ya había aprendido la lección!, jamás en su vida volvería a provocar a Janet,  y por lo que veía,  Rouss estaba bajo su ala.

Aún recuerda como si fuera ayer cuando intento propasarse con Janet y esta le había proporcionado un golpe entre sus piernas,  casi  pierde a su pequeño Thiago con semejante golpe.  Al pensar en esto,  inconscientemente llevo sus manos a ese lugar cubriéndolo protectoramente.

Al ver sus acciones,  Janet sonrió satisfecha  dándole una mirada desdeñosa.

–T-tú pequeña demonio,  soy tu mayor así que debes  respetarme–  gritó con voz temblorosa al ver a Janet no rendirle ningún respeto.

Thiago era un productor alrededor de los cuarenta y ocho años, se había hecho un nombre hace aproximadamente unos seis años. Muchos querían tomar papeles en sus películas, pero aún si eran nombres reconocidos en el medio del entretenimiento,  sino se adaptaba al personaje que el se imaginaba,  no los reconsideraba más de una vez. Pero esta belleza de Rouss se adaptada muy bien al personal de la heroína, su temperamento frío e indiferente , pero a la vez sofisticado e indomable era lo que estaba buscando.

Sino era ella, su otra opción era Janet,  prefería trabajar con ella y no con Lizzy, ya estaba bastante molesto del agente de ella llamándolo a cada momento para obtener el papel,  tsk, ¡que fastidiosas eran!, ya no sabía que más decir para seguir rechazándola.

–Hump, ¿respetarte?, ¿Por qué debería hacerlo?, no te lo mereces– vocifero con voz molesta rodando los ojos.

–Mocosa insolente– dijo con voz resignada soltando un suspiro. Siempre sus encuentros con Janet terminaban de ese modo, en cierto modo era divertido discutir con ella.

Thiago se aclaro la garganta mirando a Rouss que solo se dedicaba a observarlos frunciendo el ceño con algo de diversión en sus ojos. Sin poder evitarlo,  Thiago se sonrojó un poco al verla.          Aunque era mayor, era atractivo,  su cuerpo era atlético muy bien mantenido,  tenía un rostro que muchos jóvenes envidiaban de lo atractivo que  seguía siendo.

Su temperamento era cálido y algo desenfrenado pareciendo un niño todavía. Pero aún con esta personalidad infantil.  Muchas actrices habían pasado por su cama para obtener un papel  importante en sus películas.

–Señorita Wyner, estoy trabajando en una nueva producción,  me preguntaba si usted le gustaría estar en ella como la heroína, ¿Qué dice?–. La voz de Thiago era firme e imponente,  su rastro tomó una seriedad que era difícil creer que era la misma persona infantil de hace un segundo.

Rouss se sorprendió al escuchar sus palabras quedándose aturdida en su lugar. ¿Ella actuar?, ¿ser una actriz?.

Jamás lo había reconsiderado, no le gustaba ser el centro de atención y si se volvía  actriz,  perdería toda su tranquilidad.

Una voz conmocionada  la saco de su aturdimiento –¿la estas considerando a ella para ser la heroína?–.  Esta pregunta estaba formulada con total desconcierto e incredulidad en su tono.

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