Capítulo 5

_ Pero yo no quiero hablar con él, es un idiota que solamente se las da porque tiene varios ceros en su cuenta de ahorro, lo detesto.

_ Vamos Kathy, si no te conviniera no estuviera llamando, al señor hielo le gusto tu trabajo, ven de una jodida vez.

Colgué y moví mi trasero lo más rápido que pude a la casa de subastas, al llegar entré casi sin aire, subí todos los pisos finalmente estaba frente a la puerta del ceo.

Toqué la puerta y una voz masculina me hizo pasar, al abrir pude sentir que pesaba demasiado, era madera pura después de todo.

_ Por favor tomé asiento señorita Katherine _ él me miró con unos lentes puestos _ necesito hablar con usted.

Me senté delante suyo, los espejuelos que el hombre tenía lo hacían ver demasiado viril, sus hermosos ojos azules se reflejaban a un punto muy grande, una atracción muy grande invadió todo mi cuerpo.

_ Me gusto su trabajo _ dijo sin rodeos _ justo por eso es que la llamé tantas veces mientras se iba corriendo.

_ ¿Y qué esperaba que hiciera? ¿Qué me quedará escuchando como me trataba tan mal? Escuché muy bien Alexei Reed, no soy la persona que se queda quieta mientras los demás intentan pisotearla, si espera eso de mí desde ya le digo que mejor espere sentado, no le tengo miedo en absoluto, quizás los demás si le tengan temor, sin embargo en mi caso no aplica.

_ Dejé de hablar y escuché _ él me extendió un documento _ ahí tiene el contrato para arreglar la obra de San Antonio, el pago inicial y el pago final.

Me sorprendí al ver que ya tenía preparado un contrato, al leer todas las pautas me sorprendí por la cantidad de dinero que recibiría, mis ojos por poco se salen de mis cuencas, por un demonio con esto saldría de todas mis deudas y me quedaría una pequeña fortuna.

_ Si logra hacer su trabajo lo suficientemente bien la vamos a contratar como empleada de la planta, pero si echa a perder algo, por muy mínimo que sea, me encargaré de arruinar su reputación y nunca más va a volver a conseguir trabajo en ningún lado.

_ ¿A usted le cuesta tanto decir algo bonito? _ firmé el contrato sin dudarlo y se lo di _ no se preocupe que para arruinar las pinturas tiene a su amada Yekaterina. 

Él se molestó por lo que dije pero no me dijo nada, llamó a una secretaria que acudió rápidamente, le dijo que solicitará una identificación para mí y ella se marchó.

_ Muy bien, empezaré a trabajar hoy mismo.

Salí dignamente de la oficina de ese hombre, pude sentir que me quedaba mirando de pies a cabeza, toda mi espalda se erizó debido a eso, rápidamente cerré la puerta y caminé directo donde tenían la pintura.

Una vez frente a la pintura comencé a trabajar, puse música y no supe nada más del mundo. Alguien me tocó el hombro y di un grito demasiado fuerte que noqueo a la persona.

_ ¡Eli! _ ella estaba en el piso casi muerta _ lo siento nena, vamos dime algo.

_ Estás jodidamente loca, ¿Acaso quieres matarme?

Eli se levantó del suelo algo mareada, tardó en recuperarse unos cuantos minutos. Una vez que lo hizo me miró como si quisiera matarme.

_ ¿Una persona normal puede gritar de esa forma? No, definitivamente no, ¿Qué demonios tienes en lugar de cuerdas vocales como las personas normales?

_ Parece que pusieron el espanto de la llorona en tu garganta y no cuerdas vocales normales.

_ Me asustaste pendeja, ¿Cómo quieres que reaccioné? ¿Qué es lo que quieres?

_ Ya es hora de salir, vámonos de aquí.

Me sorprendí al saber que ya íbamos de salida, Eli me arrastró, dejé la pintura bien guardada y salí de la mano de mi amiga.

_ Por lo que miró te contrataron para rescatar la pintura, lo sabía, solo alguien como tú es capaz de arreglar el desastre que hizo esa oxigenada.

_ La paga es muy buena _ sonreí _ finalmente podré pagar todas mis deudas, no tienes idea del alivio que siento.

Eli se puso contenta por mí, me llevó a la casa y ella se fue a la suya pero antes de hacerlo me dijo que pensaba venir a hacerme un cambio de look y que no podía ir a trabajar en esas fachas a una empresa de tanto prestigio, aunque me negué no quisó hacerme caso. Cuando entré besé la foto de mamá y me fui a poner mi pijama, estaba por dormir cuando escuché que alguien tocó la puerta de manera insistente, fui a abrir y miré a Alexei frente a mí.

_ ¿Qué hace aquí? _ abrí los ojos de par en par _ ¿Acaso me está acosando?

_ Ya quisiera _ dijo con desagrado _ le traje su pago, el contador dice que se cansó de hablarle mientras arreglaba la pintura pero usted parecía estar en otro mundo, aquí tiene.

Él me extendió una tarjeta, en el momento que me miró con mi pijama empezó a hacerlo detenidamente, sus ojos azul hielo se volvieron tan oscuros que por un momento pensé que eran negros, se detuvo en mis pechos, me sentí tan febril que una cosquilla se apoderó de mis partes intimas.

_ Los ojos los tengo aquí _ señale arriba _ no ahí abajo, le agradezco lo del pago pero lárguese de este sitio.

Cerré la puerta en su cara y me apoyé en ella, mi pecho bajaba y subía debido a la respiración agitada de la que estaba presa.

_ Compré algo de ropa decente _ gritó desde afuera _ porque la que utiliza es horrible, no puede ir a una casa de subastas en pantalón, blusa y tenis.

Es un hijo de…. Me detuve, la señora Eleonora es una mujer muy buena, no sabía que mi atuendo tenía algo de malo, le escribí a Eli diciéndole lo que había sucedido y ella respondió casi al instante.

_ Te lo dije ahora más que nunca lo pienso hacer, mañana llegaré temprano a tu casa para vestirte apropiadamente, ahora descansa y ponle seguro a la puerta.

_ Muy bien, te espero nena.

Me dormí tranquila, sabía que Eli vendría temprano para arreglarme, es para lo único que se levanta de mañana.

Al día siguiente Eli entró a mi cuarto, me levantó y prácticamente me obligó a meterme a la ducha. Al salir miré que estaba sacando una ropa bastante provocativa.

_ ¿Qué demonios es eso? ¿Acaso piensas obligarme a usar esa ropa?

_ Si, vamos tienes que vestirte, no aceptaré una negación de tu parte.

No tuve más opción que cambiarme de ropa, Eli escogió un pantalón acampanado y una blusa con un profundo escote V, se mostraban mis pechos, incluso compró cubre pezones, por Dio santo esta mujer planea que me maten en la casa de subastas.

_ ¿Estás lista? _ Eli entró a mi cuarto _ demonios niña, te miras hermosa.

_ Eli me van a correr de la oficina, no puedo ir vestida así.

_ Tú cállate, ahora vamos a arreglarte ese pelo y a maquillarte.

Eli se puso manos a la obra, en poco tiempo me tenía maquillada y peinada. En el momento que miró el resultado sacó pecho y se sintió muy orgullosa de sí misma.

_ Bien, vamos a la oficina, en el carro tengo comida para ti.

Eli me sacó a rastras de la casa, me despedí de mamá a duras penas, por suerte sabía manejar tacones de cualquier alto eso me ayudó a no dejar los dientes en el pavimento, subí en su coche y nos fuimos a la casa de subastas.

_ Come rápido _ dijo Eli _ pero por amor a lo más sagrado que hay, no te ensucies.

Eli me llevó fruta, trague lo más rápido que pude y no me ensucie en absoluto. Llegamos a la casa de subastas y bajamos a toda prisa.

_ Espera un momento _ miré mi reloj _ aún falta media hora para la entrada, ¿Me quieres matar Elizabeth Harris?

_ Je _ rió nerviosa _ no me fije, lo siento.

Volteé mis ojos, ¿Qué más daba? Ya me encontraba aquí. Nosotras entramos, acompañé a Eli a una sala de descanso y ahí nos encontramos a la secretaría de Liam, ella nos miró con desprecio pero nosotras simplemente la ignoramos.

_ Te miras hermosa _ dijo Eli _ ¿Viste la cantidad de hombres que te vieron? 

_ No y no me interesa, estoy rogando que el patán de Alexei no me salga con una majadería como las que solamente él sabe dedicar.

_ Vaya, vaya _ la secretaria de Liam se acercó _ ahora cada quién decide venir a la empresa vestida como se le venga en gana.

_ No te metas en donde no te llaman _ escupió Eli _ la envidia es mala, como tú no puedes lucir un atuendo de la forma que lo hace Kathy sales con esas estupideces.

_ ¿De qué hablas? Yo puedo lucir mejor que tú querida Kathy.

_ Lo dudo mucho _ sonreí con sarcasmo _ estás tan manoseada que todo te cuelga, tu cuerpo está más tocado que el teléfono público.

_ O más amasado que masa de panadero _ agregó Eli _ Liam la manoseó tanto que sus senos le llegan hasta las rodillas.

_ En una de esas le llega hasta el pie _ reí _ imaginó que se encuentra aquí para lamer el pito de Liam, porque dudo mucho que ella sea una secretaria abnegada que viene incluso antes que su jefe _ la miré con indiferencia _ ahora vete, ush, ush, no vaya a ser que se nos pegué tu idiotez.

La secretaria se fue de ahí, nosotras reímos al ver como se puso verde de rabia. La hora de entrada llegó, Eli se fue a su puesto y yo fui al mío.

Me preparé para retocar la pintura y puse música como era mi costumbre, fui retocando de manera delicada el óleo, demonios, esta mujer le hizo demasiado daño, solo esperaba que los del museo no se dieran cuenta.

Mientras trabajaba me llamarón por el altavoz de la casa de subastas, dejé lo que hacía y una vez que dejé asegurada la pintura fui a la oficina de Alexei Reed, llegué donde la secretaría y la saludé.

_ Aquí tiene su identificación de empleada _ ella lo extendió _ también necesito que llene unos documentos con sus datos personales.

_ Muy bien.

Ella me dio una hoja en donde me pedían lo básico, mientras lo llenaba, la puerta de Alexei se abrió y él salió.

_ ¿Se le ofrece algo señor Reed? _ la secretaria preguntó un poco nerviosa _ ¿En qué le puedo ayudar?

_ ¿Aún no viene esa mujer? Por Dios, ¿Qué tanto piensa hacernos esperar?

_ Señor, de hecho ella ya está aquí _ me señaló mientras yo lo veía con rabia _ la señorita vino a los pocos minutos que la mandamos a llamar.

Alexei me miró sorprendido mientras una de mis piernas estaba cruzada para que me sirviera de apoyo al momento de llenar la hoja, una ceja se arqueó y lo miré con indiferencia.

_ ¿Acaso hay algún problema Alexei? ¿Te hice esperar demasiado?

_ Pero que demonios _ él me miró sorprendido de pies a cabeza, una sonrisa se esbozo en mis labios _ ¿Qué piensa al venir vestida de esa forma? Aquí es una casa de subastas decente, no un prostíbulo.

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