CAPÍTULO 8. Un miedo desconocido

Desesperado, ansioso, agobiado por cada mal pensamiento que había en el mundo.

Esa era la descripción perfecta para Jacob Lieberman cuando se dio cuenta de que Nina estaba desaparecida. Porque por desgracia esa era la palabra: estaba desaparecida.

—Pero ¿cómo no se te ocurrió buscarla? —le reclamó Jake a su padre mientras se mesaba los cabellos.

—Bueno yo… pensé que estaban tratando de llevarse bien… —murmuró Theodore.

—¿Durante todo el día? ¿Crees que Nina se hubiera olvidado de ti todo el día?

El rostro de Theodore se ensombreció porque su hijo tenía razón, Nina jamás había pasado más de dos horas sin revisarlo. Pero él tenía tantas cosas en la cabeza que simplemente se había encerrado en el despacho y había evitado hablar con nadie.

——¡Pues no me di cuenta, hijo, no me di cuenta! ¿Qué quieres que te diga…? —se desesperó—. ¡Pero vamos a buscarla, vamos!

Jake no se lo hizo repetir. A grandes zancadas llegó hasta la habitación

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo