Aunque Rafael no se quería perder aquel episodio tan importante, aceptó que Gerard la llevara, especialmente porque la agencia tenía una boda ese día y los preparativos comenzarían muy temprano.
-Por favor, en cuanto tengas la foto de esa ternurita, envíamela – le pide antes de despedirse -.
-No te preocupes, serás el primero en verlo.
-Los dos sabemos que no seré el primero – le da un abrazo y abre la puerta -, pero me conformo con ser el segundo.
Le da un beso en la frente y se va inquieto, porque siente que la cercanía de Luz con Gerard no es conveniente para él, aunque tampoco quiere actuar como ese hombre celoso y posesivo, no quiere ser igual a su padre.
Un rato después que se fuera, las nueve treinta, Gerard toca el timbre del departamento y Luz lo recibe con una abrazo, toma su bolso y bajan para irse a la cita, que es bastante cerca de allí.