Leila despertaba con rapidez mirando su reloj en la mesa de noche, las copas de la noche anterior fueron demasiadas, más de una botella.
Caminando a paso algo lento, llegaba al baño en el instante que cerraba la puerta, miró de reojo hacia la cama, Jim dormía profundamente.
En que estaba pensando en invitarle a su cama, estaba loca quizás.
Se quedaba sentada allí mientras sentía como descansaba su vejiga.
Se lavaba las manos, recogía su cabello para ir directo a la cocona por una buena taza de café.
Colocaba la cafetera y esperando tomó lugar en uno de las sillas de la barra, entre las cosas que recordaba, tenía presente la pasión, el placer y los deseos con los cuales habían hecho el amor, no ocultaba que era atractivo, sensual, y muy pasional…ella también lo era, pero no era más que un deseo carnal que pensaba seguir mientras todo siguiera.
Le gustaba Horacio, era algo que la estremecía de pies a cabeza, no podía mantener por mas tiempo su fidelidad por amistad, su objetivo era desf