Open Case N° 05: Raid (III)

—¿Siguiéndonos? —Jason cuestionó y Patrick asintió.

—Mark y yo estábamos tratando de llegar al tercer piso, pero comenzaron a atacarnos luego de que Taylor habló por los parlantes... —suspiró— ¿Notaron que los nuevos tienen mejor equipamiento? —Soltó de repente mientras veía la pistola que le había robado a Natasha y Jason lo señaló mientras asentía frenéticamente y miraba a su mejor amigo.

—Te lo dije, les dieron mejores cosas —dijo al coreano y éste suspiró.

—¿Cuál es el punto? —Jung soltó con pesadez mientras sobaba su cuello, seguro no pasaría mucho tiempo hasta que otra oleada de cadetes fuera en busca de ellos— Además... —Se volvió a ver al más alto del grupo— Le robaste el arma a esa niña, ¿no es trampa?

—Estaba muerta. —Patrick se encogió de hombros.

—Ustedes dos saben que esto es un juego y que nadie muere... ¿No? ¿No? ¿Jung? ¿Patrick? —Jason titubeó, pero los otros dos lo ignoraron.

—Taylor dijo algo sobre un "guion" —Patrick apretó sus labios— ¿De qué guion estaba hablando?

—¿Qué tiene que ver eso con que nos sigan? —Jung cuestionó y Patrick se encogió de hombros.

—Creo que deberíamos permanecer juntos mientras... —Jason intentó hablar, pero tanto el coreano como el americano comenzaron a quejarse apenas pronunció las palabras "permanecer" y "juntos" en la misma oración.

—Acaban de matar a mi compañero, no me arriesgaré a que piernas flacas me apuñale por la espalda a la primera oportunidad. —Patrick señaló al peliblanco y éste hizo un sonido falso de ofendido— Fue un cumplido. —Le dio una falsa sonrisa.

—Iugh. —Jung sacudió su cabeza asqueado y se volvió a ver al chino— Tiene razón, voy a matarlo en cuanto pueda. —Asintió y Jason bufó.

—¡Nadie va a morir hoy! ¡Es un juego! —Soltó con frustración y luego estrujó su rostro— Miren, seremos la burla del precinto si dejamos que unos niños en entrenamiento nos pateen el trasero, así que propongo que nos mantengamos juntos hasta deshacernos de todos ellos y encontrar a Lewis. Luego pueden matarse si eso es lo que quieren.

—Bien. —Patrick asintió.

—Bien. —Jung hizo lo mismo.

—Bien. —Jason respiró aliviado y señaló las escaleras— No hay muchos lugares a donde ir, así que Lewis debe estar arriba —dijo con seguridad—. Conociéndolo, seguro quisieron llevarlo al último piso, pero en vista de que no hay un elevador se negó a subir tan alto y terminaron encerrándolo alrededor del sexto o séptimo piso. —Miró hacia arriba— Sí, casi puedo verlo quejándose todo el camino. —Se imaginó a su amigo gritando cada queja que tuviera por culpa de aquella actividad y sonrió un poco.

El extraño grupo de tres caminó con cautela por aquellas escaleras, tratando de hacer la menor cantidad de ruido posible, pero fallando rotundamente al notar que los escalones seguían rechinando bajo el peso de cada uno, dejando atrás la idea de pasar desapercibidos y acordando seguir el plan de Jung, "sólo seguir hasta encontrar a Lewis y matar a cualquiera que se atravesara en su camino"... Aunque claramente Jason no estuvo muy de acuerdo en la parte de "matar", pero eso no era relevante.

El lugar se había vuelto sospechosamente silencioso luego de que Taylor nombrara a unos ocho descalificados más, según los cálculos de Patrick aún deberían faltar al menos diez o quince personas más por descalificar y no se podía creer que fueran tan cautelosos, es decir... ¡Tuvo que huir por cinco minutos seguidos de una horda de psicópatas con mala puntería! ¿Y resulta que ahora tienen habilidades de ocultamiento ninja? ¡Se iban a los extremos!

Patrick se detuvo a la mitad del pasillo del sexto piso y les hizo señas a los otros dos para que revisaran las habitaciones mientras él vigilaba los alrededores, lo cual hicieron rápidamente. El americano se adentró más en aquel oscuro pasillo al notar que los otros dos se estaban tardando demasiado e hizo una mueca al ver que Jung había terminado de revisar, pero no había rastros de Jason.

—¡Hey, encontré a...! ¡Hwaaaaaa!

Ambos salieron corriendo al escuchar el grito del chino, el cual fue seguido por un sonoro golpe y el ruido que hace la madera al romperse. Con desconfianza, los dos asomaron las cabezas dentro de aquella habitación y se sorprendieron de lo que había adentro.

—Pensé que no moriría nadie hoy... —El pelinegro hizo una mueca al ver a la persona tirada en el piso, totalmente inconsciente.

—¡Me asustó! —El chino se defendió— Tenía esta cosa en la cabeza —Levantó el pedazo de tela que tenía en su mano— Pensé que era Lewis y...

—Es una trampa. —Patrick miró alrededor.

—¿Eh? —Jung frunció su ceño.

—¡Cierra la puerta, es una trampa! —Le indicó al coreano y éste, de mala gana, le hizo caso. Pocos segundos después pudieron escuchar repetitivos sonidos agudos, casi como unos pitidos.

—¡¿Una bomba?! —Jason miró a todos lados.

—Tiene un rastreador. —Jung señaló al tipo inconsciente en el piso y Patrick chasqueó su lengua.

—¿Quién les dio todas estas cosas para un juego? —El de ojos verdes suspiró— Hay que irnos de aquí antes de que... —Fuertes pasos comenzaron a retumbar en el pasillo.

De un momento a otro, el oxidado pomo de aquella puerta se dio la vuelta y alguien la empujó con extrema brutalidad, el pelinegro se interpuso en medio y trató de volver a cerrarla, empujando con su espalda mientras encontraba una manera en la que pudieran salir de aquel lugar, dejando escapar otro pesado suspiro al ver que su única opción no se le apetecía mucho... pero perder aquella semana libre no estaba en la lista de opciones.

—¡Salgan por la ventana! —gritó a los otros dos, ganándose miradas de desaprobación de parte de ambos. Él no tenía tiempo para aquello— Si no lo hacen los van a descalificar...

—No voy a lanzarme por la ventana. —Jung parpadeó varias veces.

—Le tengo miedo a las alturas.

—Voy a correr hacia esa ventana en cinco segundos y pueden escoger ir primero que yo o esperar a que estos zombies ninjas los descalifiquen y ser... —Patrick no había terminado de hablar cuando Jung ya había tomado la mano del chino y lo había empujado todo el camino hacia la gran ventana de la habitación.

Jason gritó como un psicópata mientras el coreano lo empujaba a una muerte segura a través de esa maldita ventana. El chino ya pensaba que aquella situación era lo suficientemente terrible como para que luego de sólo cinco segundos el malditamente puntual de Patrick soltara aquella puerta y dejara pasar a todos esos cadetes que parecían poseídos por el mismísimo demonio en un intento por descalificarlos del maldito simulacro... ¡¿Pero qué carajos le habían dado a esa gente aquel día?!

Sin ningún tipo de pudor, arrepentimiento o sentido común, Patrick saltó hacia el alféizar de la ventana de al lado sin siquiera pensarlo, deteniéndose a ver a los otros dos, que parecían tener problemas decidiendo qué hacer en aquel momento, al menos Jason, Jung sólo parecía estresado.

—Sólo salta... —El coreano instó a su paralizado mejor amigo a que saltara con Patrick, pero el sujeto era una roca.

—¡¿Qué carajos hacen ustedes tres allí arriba?! —La voz del Capitán Jonathan Allen se alzó desde la calle y todos se volvieron a ver— ¡Se van a matar!

—No shit! —Jason soltó con ironía, ignorando la posición de Jung en aquel momento, quien, sin previo aviso, lo empujó hacia un lado, haciendo que éste saltara hasta donde estaba el pelinegro, quien lo atrapó rápidamente, pero aun así tuvo que soportar los gritos del mayor en su oído.

El peliblanco intentó saltar con los otros dos, pero se vio desconcentrado luego de que la marea de personas se acercara a él y abriera la ventana de un tirón, haciéndolo perder el equilibrio y resbalando del delgado alféizar de aquella ventana, cayendo hacia abajo. Lo primero que pudo escucharse fue el grito de Jonathan, quien los insultó de la manera más rápida que jamás lo había hecho, sabía que esos tres idiotas iban a matarse algún día, pero no esperaba que fuera tan rápido; luego, el grito de Jason, que logró dañar el otro tímpano de Patrick y, por último, el grito de Lewis, que, desde alguna ventana, lo había visto caer.

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