Capítulo 1

La ira me consumía por dentro y no podía hacer nada para evitarlo. 

Estaba nuevamente en mi hogar y revivia el asesinato de mis padres, sentía impotencia, dolor y miedo.

Me levante con la respiración agitada y negué con la cabeza desviando mis pensamientos, La luz del sol se colaba por las cortinas haciéndome soltar un gruñido, mire la hora y eran las 2 de la tarde.

—joder —dije levantándome de la cama y entrando al baño.

Me quite mi ropa y me miré en el espejo, mis ojos son color azul grisaseo, mi cabello negro azabache y mi piel blanca y cremosa. 

Mire mi ropa y opte por unos pantalones cortos y una camisa sin mangas color marrón. Baje ala cocina y me prepare un sandwich de pollo y me senté en la sala.

—¿practicamos hoy? —mi mejor amiga Ivy se sienta a mi lado y me mira con una sonrisa.

Ivy es linda, con su cabello color caoba, sus ojos color verde marrón y su piel morena. 

—no estoy de humor —digo entre dientes.

—oh vamos, ¿es por lo de ayer? —pregunta.

Nos encontrábamos en el gimnasio y Ivy sostenía una pesa en sus manos, trataba de levantarla pero pesaba demasiado y solo era capaz de levantarla unos 2 metros.

Una gota de sudor bajo por mi mejía y no pude más.

La pesa cayó y Ivy se teletransporto a mi lado.

—fue un gran avance —dice tocando mi hombro.

Baje mi mirada y me odie a mi misma por ser tan débil.

—Eiren, tenemos 17 años acabamos de salir de la escuela y nuestro camino no a sido nada fácil, no seas dura contigo misma —dice Ivy dándome un abrazo.

Lose pensé, Ivy y yo éramos vecinas cuando mis padres murieron, ella y su familia se ocuparon de mi gentilmente.

Nosotros somos inmunes o al menos así nos llamaron, los humanos piensan que somos un mito, pero no es así, somos más veloces, más inteligentes, más resistentes y sobre todo más peligrosos. Podemos vivir cientos de años y conservar nuestra imagen joven pero una simple bala en el corazón puede matarnos ¿irónico no?

—yase mejor salgamos por una pizza —dice Ivy tomando mi mano.

Puse los ojos en blanco y salimos ala calle de la ciudad, podías escuchar los pensamientos de las personas a mi al rededor y aveces eso me enloquecía por dentro. Aun no podía controlarlo del todo, mi poder abarca varios aspectos desde leer la mente de las personas y poder manipularla, hasta de crear un campo mental de protección.

—¿otra ves el dolor de cabeza? —Ivy me sostuvo por los hombros y yo asentí levemente.

Lo que vino después fue tan rápido que apenas pude reaccionar, una camioneta se estacionó frente a nosotras y de ella bajaron 5 hombres uniformados.

—señorita Eiren Russell, Ivy Abbot, no tengan miedo sabemos quienes son y lo que pueden hacer solo queremos tener una charla con ustedes —dijo uno de ellos.

—¿quienes son? —pregunto Ivy.

—este es un lugar muy expuesto, si aceptan venir con nosotros les explicaremos todo, no les pasará nada malo se lo aseguro —respondió.

Entre en su mente y pude ver sus recuerdos, sus pensamientos.

Al parecer se trata de un campo de entrenamiento, tienen a inmunes de todas partes del mundo para entrenarlos y así llegar al límite para que controlen sus poderes y pelear en batallas que crean necesarias.

Sería una buena oportunidad, podría aprender a usar mis poderes pero Ivy no podría dejarla aquí.

—esperen un momento —dije dándome la vuelta junto con Ivy. 

Ella me miraba curiosa y expectante ala ves. 

—se trata de un campo de entretenimiento, ahí hay inmunes de todo el mundo y los entrenan para así usar sus poderes al límite, algunos van a peleas con otros inmunes rebeldes, solo eso pude sacar de información —dije mirándola fijamente.

—quieres ir verdad —Ivy me miraba de una manera seria y serena.

—si —respondí.

—muy bien, vamos —contesto. 

Tomo mi mano y nos subimos ala camioneta. 

Era la oportunidad perfecta para descubrir que podía hacer en realidad, del que podía a llegar a causar y después... Tener mi venganza, matar a los que asesinaron cruelmente a mis padres frente a mis ojos. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo