 Mundo ficciónIniciar sesión
Mundo ficciónIniciar sesiónAmelia abrió sus ojos ya en la clínica.
Se sentía pesada, tonta, con la visión borrosa. Intentó moverse, pero algo se lo impidió. Tenía suero conectado en un brazo, y sangre en el otro. Le dolía levemente la pierna, y se miró. La tenía vendada, pero no había señales de yeso, ni nada. A su lado estaba Penny, y ella extendió su mano a ella.
—Zack… —fue lo primero que preguntó. Penny le apretó con suavidad los dedos.
—Tienes que tranquilizarte.
—No, no… —lloró Amelia—. Dime cómo está Zack. Por favor… —Penny se acercó a ella y le acarició la frente echando atrás sus cabellos.
—Él… sigue vivo.
—Oh, Dios, gracias. Gracias…
—Tienes que recuperarte, Amelia. Perdiste mucha sangre, y vas a necesitar&









