60

—¿Dónde estás? —lloraba Amelia—. ¿Dónde estás, anciana? Justo ahora que más te necesito. ¿Dónde estás? ¿Para esto tanta magia y tanto revuelo? ¿Para traerme aquí, donde pierdo el amor? No quiero, no quiero esto. No lo soporto. Duele demasiado.

Se dejó invadir por los sollozos, y el miedo que la atenazaba le robaba la energía, así que sólo le quedaba llorar. Se sentía cayendo cada vez más rápido en un pozo oscuro y sin fondo; cada minuto que pasaba sin que él abriera sus ojos era un minuto en el que más se acercaba la muerte, y ella lo abrazaba rodeando los anchos hombros con sus brazos como si así pudiera protegerlo de todo mal, como si con su mera fuerza de voluntad pudiera hacerle frente a un ser que nada temía.

—Ven aquí y respóndeme. Por favor &mdas

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo