Meses después…
-¿Cómo estás?-
Liam se miró a sí mismo para seguidamente hacerlo a su cuñado.
-Gordo- contestó.
Nick se rió por lo bajo mientras seguía picando la verdura.
-Yo podría decir lo mismo- dijo.
-Tú sigues viéndote bueno- refunfuñó el moreno.
Nick puso los ojos en blanco.
No.
Aún le resultaba un pelín vergonzoso eso de oír decir esas cosas a su ahora cuñado.
-Hace una semana que cumplí- añadió el castaño.
-A mí aún me quedan unos días-
Nick prosiguió con la comida.
Sus cuñados almorzarían con él y Mark ese día por capricho de Liam. Ambos oyeron abrirse la puerta para después escuchar:
-Nene, ya he llegado-
Liam miró con picardía a Nick.
-Anda, ve a recibir a tu capullo-
Nick rodó los ojos pero dejó el cuchillo a un lado, se limpió las manos y aún pesado cómo se notaba fue a recibir al azabache.
-Hola- le saludó con una amplia sonrisa.
-Hola