"Tú... ¿En serio vas a renunciar a tu carrera por una mujer?". Nathan estaba exasperado.
“¿No dijiste que mi carrera iba a ser manchada por una mujer? Si es así, puedo escapar de esta carrera de locos. No hay nada malo con eso”. Ryan apoyó las manos en su nuca con pereza.
"Ya quisieras".
Entonces, Nathan pensó en algo. Ahora que tenía una idea, su tono ya no era tan frío. “Todavía eres joven, y los hombres deberían priorizar sus carreras. De casualidad, estaba considerando asignarte al País X como embajador desde hace algún tiempo. Deberías saber que el puesto en el País X es muy codiciado, y mucha gente quiere conseguirlo. Esta es una buena oportunidad para ti, y además tienes experiencia trabajando con el Ministerio de Relaciones Exteriores”.
Ryan miró a su padre de reojo. Le pareció gracioso que su padre, que estaba completamente furioso hace un momento, estuviera sonriendo tan amablemente. ¿Acaso pensaba que su hijo era un niño de tres años que podía engañar fácilmente? “Papá,