CLARISSE BLAFWOOD

Termine mi jornada como líder, después de haberme cerciorado de que las novatas cumplieran su entrenamiento intensivo. Eran una burla para nuestro linaje, ¿Como es que se habían congelado ante esa bestia en el bosque? pudo ocurrir una desgracia, afortunadamente mis instintos son muy desarrollados. Y actúe a tiempo, cazando a la bestia y sumándola a mi repertorio de lobos asesinados. Caminé orgullosa por los pasillos hasta mi habitación, la directora me había felicitado por mi hallazgo y nada me llenaba más de dicha que ser reconocida por buen mérito. Estaba agotada y algo estresada, pronto vendrían las competencias de destrezas y mi equipo era una verdadera vergüenza. Suspirando, entre a la ducha y alivie mi estrés con agua fría como el hielo. Me vestí con ropa cómoda y escuché como la puerta se abre y entra Garrett, lo miró perpleja para luego fulminarlo con la mirada.

—¿Qué se supone que haces aquí? —le reclamo, me da una sonrisita traviesa y me apega a su cuerpo.

—Te echaba de menos, solo quería verte…—alarga y da un beso en mi cuello.

—No te equivoques, tú sabes bien cuál es nuestra relación…—respondo alargando también, para sonar menos cruel. Me da una sonrisa de lado.

—Ya sé que la gran “Clarisse Blafwood” no tiene tiempo para más que solo sexo—responde rodando sus ojos y lo miro con mi ceño fruncido.

—¿Acaso eso no es suficiente para ti? —preguntó cruzándome de brazos.

—¡No, Clarisse! ¡Sabes bien que me muero por tener una relación formal contigo! —responde, moviendo sus manos con obviedad. Suspiro cerrando mis ojos, me aparto de él y cuando estoy a una distancia prudencial, respondo.

 —Lo siento, Garrett. —respondo—, Pero no puedo corresponder a tus sentimientos, no tengo tiempo para esas cosas cursis y débiles. Sabes muy bien que los sentimientos nublan el juicio y nosotros como cazadores no podemos darnos el lujo de perder el juicio. —completo.

—¿Por qué eres tan ortodoxa? No es sano, todos merecemos amor…—responde y niego con mi cabeza.

—Cuando te ofrecí solo tener sexo casual, como dos adultos responsables. Me prometiste que esto no pasaría, ni siquiera lo mencionaríamos…—refuto. —, ¿Qué cambió eso?

—¡Que me enamore de ti, por un carajo! ¡Estoy tragado de ti! ¡De tu determinación, valentía y pasión por tu carrera! —responde, acercándose peligrosamente a mí. —Me enamore con profundidad de ti, de esa forma en la que mueves tu nariz cuando algo te disgusta. De cómo arreglas tu cabello todos los días con tanto esmero para lucir perfecta. Pero mujer, tú puedes no peinarte y seguirás luciendo preciosa. Clarissa, te amo.

—Yo… lo siento tanto, Garrett. —respondo, rascando mi brazo izquierdo. No soy sensible ni mucho menos sentimental. ¿Cómo le digo que no lo quiero? ¿Cómo hago para no romperle el jodido corazón enorme que tiene? —No quiero jugar contigo, ni mucho menos lastimarte. Te considero el mejor amigo que pudo ponerme la diosa Artemisa en mi camino, mas no te considero como algo romántico.

—¿Al menos puedes tomarte la tarea de meditarlo? Sé que eres una mujer muy calculadora, solo piénsalo. ¿Sí? —pide, en un ruego que me logró conmoverme, pero a pesar de ello, no podía ceder ante lo innegable.

—Garrett, me parte el alma verte en esta situación. No creí que desarrollarías sentimientos por mí, por mucho que deseara corresponderte, no puedo hacerlo. Lo siento tanto, puedes odiarme, lo entenderé. Pero no hay nada que pensar, todo está bastante claro para mí. —respondo mirándolo fijamente, una lagrima traicionera baja por su mejilla, pero la limpia ágilmente, lo miró con tristeza, acabo de romperle el corazón a la mejor persona que conozco, después de Aly claro.

—Soy un tonto por enamorarme de la persona más fría del continente—responde con un deje de diversión, hace una mueca que pudo ser una sonrisa rota. —, Pensé que podía romper ese témpano de hielo que tienes por corazón, pero me equivoqué. Cuídate Clarissa, te amare a la distancia, donde probablemente no duela tanto. —su voz se quiebra y siento doler mi cabeza. Se aparta de mí y abre la puerta saliendo, suspiro dejando caer mis hombros y resopló. Necesito aire y aclarar mi mente.

Tomo mi chaqueta de cuero y me cuelgo en el hombro mi carcaj y arco, salgo por los pasillos con la mirada baja. Salgo al bosque y comienzo a correr, sin rumbo fijo. Solo quiero olvidarme de Garrett y sus tontas declaraciones de amor, es decir, ¿Dónde quedó toda su preparación? ¿Dónde quedó su entrenamiento? ¿En serio creyó que podíamos tener una perfecta historia de amor? ¡Bah, eso no existe! ¡El amor es la peor ilusión! ¡No somos simples humanos o mortales! ¡Somos cazadores! Por nuestras venas corre sangre celestial, ¿Por qué de todas las costumbres mundanas decidió seguir la ideología del romance? ¿Del amor? ¡Babosadas! ¡El amor es una pérdida de tiempo! Suspiro y me detengo, lleno mis pulmones de aire y resoplo. Pateo una rama con rabia, me encuentro furiosa. Sigo mi camino hasta el lago encantado, recordaba una leyenda que nos contaban en el instituto, dice que hace muchos años las hadas encantaron el lago. De forma que cada vez que necesitáramos una respuesta, podríamos observar nuestro reflejo en él y obtendríamos la solución a lo que nos agobia. ¿Acaso sería cierto? Nunca antes había necesitado una respuesta, quizá era momento de comprobar aquel mito. Mi olfato se sensibilizó, olía a lobo, entonces los vi. Eran dos, se encontraban lanzando piedras al lago, inmediatamente ataque. Uno de ellos era un Moonligh, su pelaje negro azabache era inconfundible. Logro esquivar mi flecha, por lo que seguí atacándolos con una tras otras, eran rápidos.

— Eres mío Moonlight —grite con rabia, mientras seguía disparándoles flechas envenenadas con mercurio y plata.

 Huían como ratas, continúe siguiéndolos, pero fue en vano, eran muy veloces. Y mi mente no dejaba de pensar, me distraje y había perdido por mucho, la mejor oportunidad de mi vida. ¡Estuve tan cerca! ¡Estaba segura que se trataba del nuevo alfa de la manada Moonlight! ¡Estúpidos pensamientos, habían nublado mi juicio por completo! ¡Entorpecí la mejor oportunidad de acabar con ellos de una vez por todas y lograr mi venganza! Regrese al instituto sintiéndome una inútil, había dejado escapar a las mejores presas. ¿Por qué permití que me afectara tanto lo de Garrett? Por esa razón era importante no permitirnos sentir esos sentimientos inútiles. Golpeo mi puerta con rabia y tomé otra ducha con agua helada, necesitaba eliminar los nudos que formaban la rabia, el estrés y la ansiedad en mi cuerpo. Luego de ponerme ropa de dormir, me deje caer en mi acolchada cama y suspire recordando como deje huir a ese par de bestias. Si tan solo alguien de la academia se enterara, mi credibilidad y reputación se irían al subsuelo. Me quede dormida luego de seguir lamentando mi desgraciada hazaña.

….

Pasaron algunos días hasta que logré olvidarme por completo de mi incompetencia, distraje mi mente ocupándola en diferentes asuntos. Entrenando fuertemente a mi equipo y preparándolas para las competiciones de destrezas que daba el instituto de manera anual. Estaba segura de que este año lograría clasificar para los finales y por supuesto ganar la copa de oro. Con Garret habíamos tenido un par de encuentros bastante incómodos, en reuniones de líderes, en el comedor y comité. Él optó por ignorar completamente mi presencia por lo que hice lo mismo, nos ignorábamos mutuamente y eso estaba bien, al menos para mí. Me ayudó a estabilizarme nuevamente, al menos estaba segura que no tenía sentimiento alguno por Garrett más que lastima. Suspirando termine de ordenar mi cabello y planche con mis manos mi camisa manga larga negra, me di una repasada. Mi cabello negro estaba perfectamente recogido en una coleta alta, mis ojos negros estaban pintados con un poco de creyón negro para resaltar más mi fría mirada. Ate mis botas militares y estaba lista para continuar mi día, cuando mi puerta se abrió y por ella entró Aly.

—¿Me extrañaste? —pregunta con su voz cantarina, me río negando con mi cabeza—, ¡Eres tan cruel!

—¿Qué quieres? Cuando vienes con esa voz cantarina es porque estás planeando algo que no me gustara—respondo, mirándola con los ojos entrecerrados.

—Estoy confirmando mi sospecha, la diosa Diana te dio algún superpoder extra—responde en burla—, ¡Exactamente a eso he venido, mi querida!

—No voy a fiestas clandestinas, no voy a citas, no salgo al bosque de noche y por último no te prestaré mi vestido de grado—respondo cortándola y se carcajea.

—¡Aburrida! Pero no tiene nada que ver con lo que mencionaste, es algo mucho más emocionante—responde y frota sus manos de manera sospechosa.

—Escúpelo—respondo tajante.

—¡Iremos a la ciudad mundana! ¿No te emociona? —pregunta y la miró horrorizada, nunca he salido del bosque de valle dorado.

—¿Acaso perdiste por completo la cabeza? ¡Eso es prohibido! Las reglas son reglas y no pienso romper ninguna por ti—respondo cruzándome de brazos—, Sabes muy bien lo que sucede si alguien del comité se entera de esto, por algo está prohibido mezclarnos con mundanos, peor ir a su ciudad.

—¿Por qué eres tan aburrida? Le quitas diversión a lo bueno de la vida—se queja como niña chiquita—, Para que lo sepas, ya he ido antes y es magnífico. Los mundanos tienen costumbres muy divertidas, como bailar, tomar bebidas que marean o mi favorita, pasar la noche con un desconocido. ¿A qué suena divertido?

—¡Estás jodidamente loca, Aly! —refuto, mirándola con horror—, ¡De ninguna manera iremos a la ciudad!

—¡Por favor! Nunca te pido nada, además, ahora que lo recuerdo, me debes una grande—responde meneando sus cejas de arriba abajo con malicia.

—No serias capaz de cobrármelo…—alargo y ella se ríe con maldad.

—¡Claro que soy capaz! Es por ello que iremos a la ciudad, ¿verdad? —responde triunfal, suspiro asintiendo, la fulmino con la mirada.

—Iremos a la aburrida ciudad mundana, pero lo haremos a mi manera. ¿Entendido? —respondo determinada.

—Como ordene jefa—responde con un saludo militar y ruedo mis ojos, me espera una larga noche, de eso estoy completamente segura…

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo