El bebé de la Realeza
El bebé de la Realeza
Por: Ailinese
Capítulo I

Cuando toda tu vida ha sido la moda, incluso has llegado a prosperar y tener tu propia oficina, todo se vuelve más complicado. 

Shows que participar, entrevistas que hacer y pensar todo el día en nuevos diseños y no caer en el cliché de robarle ideas a otros diseñadores, que en ese caso era impensable. 

Era viernes y estaba en mi oficina haciendo algunos bocetos para el desfile que teníamos la semana que viene en Londres, iba a ser un viaje bastante intenso pero quizá cambiaría mi vida por completo, ya que si le gustaba al diseñador más prestigioso del show, trabajaríamos juntos y haríamos alguna colección juntos, ya que yo Leah DiLaurentis, llevo la empresa DiLaurentis Clothes, en la que se basa en una parte en vestidos de fiesta, gala, novia y demás vestidos ceremoniosos y otra parte que se ocupa de ropa casual que puedes usar todos los días.

 Esta vez estaba trabajando en algo realmente extraordinario, quería sorprender y quedarme en Londres más de lo que me permitían mis boletos de avión.

El vestido consistía en una tela de seda brillante dorada, en la parte del pecho hasta por encima de las caderas y con mangas largas y ajustadas al torso, hacía semi transparencia y dejaba ver unos dibujos de flores con cristales transparentes, y en la falda se extendía muchas capas de seda por debajo para que tuviera gran volumen, y una cola de tres metros colgaba con la misma pomposidad que la falda, tenía un ligero cuello alto para hacerlo más elegante. 

Estaba segura que Rachel llevaría este vestido con la clase que se merece, ya que su piel color chocolate proveniente del África daría ese toque tan glamuroso que estaba buscando. 

- Leah, la hora de la entrevista con la bloger ha llegado, la chica te espera abajo. - dice Catalina sonriendo. 

Catalina es mi asistente, ella cuida de mi siempre y mantiene todo organizado para que no pierda el control. 

Por lo que sé, ella vive cerca del trabajo, su bicicleta es su mejor aliada y la comida ecológica aún más. 

Alguna vez hemos salido a cenar y algunas veces a mirar telas para los vestidos, pero es más una relación de trabajo que de amistad, aunque yo la admiro mucho. 

- ¿Se pasó el tiempo tan deprisa? Está bien, casi he acabado con el diseño que llevará Rachel y será el que cierre mi pasarela, las demás prendas están listas, puedes decirle a Carl que comience a confeccionar, yo mañana me pasaré para ayudar. -

- Creo que deberías descansar, aún queda mucho por hacer y los chicos pueden acabarlo sin problemas. - exclama preocupada. 

- ¡No! Eso sería cómodo, pero es mi colección y mi trabajo, de esto depende que trabaje con el señor Lewis o no vuelva a pisar una pasarela. - 

- Está bien, como quiera, yo me voy ya, que tengas un feliz fin de semana. - dice cerrando la puerta. 

Recojo algunos papeles y con calma salgo de mi oficina para encontrarme con la bloger, conocida en toda Italia. 

Pero antes mi parada sagrada, ¿A quien no le apetece un café caliente en invierno?

Me quedo mirando la máquina de café en medio del pasillo, le añado un euro y espero a que salga mi caramel macchiato. 

Oler esa delicia me transportaba a otra dimensión. 

Ya preparada, bajo las escaleras y me encuentro con la rubia de ojos azules. 

- Hola, encantada de conocerte, empecemos la entrevista. - digo animada y sentándome en la butaca. 

Algunas preguntas eran banales, como cuándo empecé a diseñar o si de joven esperaba trabajar de otra cosa, hasta que nos centramos en preguntas más interesantes. 

- ¿Y estás preparada para el desfile en Londres? He oído que si cumples las exigencias del señor Lewis, trabajarás con él y eso conlleva que tu fama aumente. - pregunta la chica. 

- Estoy preparada, pero si no consigo agradarle, me lo tomaré como una experiencia y una oportunidad para mejorar. - digo con una sonrisa amplia. 

- Está bien, me gusta esa respuesta. - dice mientras apunta algo en una pequeña libreta.

 - ¿Nos puedes adelantar algo sobre el vestido que cerrará tu desfile? -

Río con ternura ante la curiosidad de saberlo todo antes de la fecha límite. 

- Solo puedo decir que será brillante e increíble. - 

La chica abre mucho los ojos y sonríe de emoción. 

- Habrá que estar muy atentos para no perdernos este desfile porque tiene pinta de dejarnos a todos con la boca abierta. - 

Después de media hora aproximadamente la entrevista acabó, despedí a la chica y la invité a estar atenta al gran desfile. 

Después de eso subí a la oficina y mandé las ultimas direcciones de patrones para los vestidos, cerré el ordenador, ordené todo y salí del edificio. 

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