7-Ojos brillantes, pelaje encantador

ASTRID

Los rayos del sol entran por la ventana esta tiene las cortinas corridas a causa de eso ciertos rayos llegan a mi cara.

quién la habrá dejado así.

Apenas acabó de abrir mis ojos cuando escucho ciertos toques en la puerta.

—Pase —Digo con la voz un poco ronca.

Entra la misma mujer de la vez anterior con un azafate de comida entre sus manos.

Coloca la bandeja en una mesa que se encuentra al lado de la cama en que estoy durmiendo.

—Mi luna, aquí está su desayuno.

—Muchas gracias —habló un poco tímida, ya que aún no me acostumbro que me llamen así.

Astrid como te acostumbraras a que te llamen luna sí solos tienes como 3 días en esta casa, mi subconsciente me regaña.

—Llámame Astrid —dejó la timidez para otra vez.

—No puedo llamarla por su nombre Mi Luna tengo que respetar.

Bien, si ella no quiere, la dejare estar.

—Está bien, ¿Puedo saber su nombre? — preguntó curiosamente.

—Mi Luna mi nombre es Luz, pero no es necesario que me llame por mi nombre —dice con una sonrisa.

—Lindo nombre —digo tratando de que suene como un halago.

—Me retiro, Mi luna —dice luz mientras termina de acomodar la bandeja.

—Muchas gracias Luz  —devolviéndole la sonrisa.

—No hay que agradecer Mi Luna.

Una vez luz sale de la habitación, me dirijo al baño, luego vuelvo para desayunar.

Cuándo terminó de comer, vuelvo al baño para darme una ducha, paso mi mano por mis piernas y siento varias cicatrices que tengo desde hace ya un tiempo.

Y no pude evitar pensar en lo que había soñado la noche anterior.

Sí no hubiera sido por mi hermano que sabe que cosas me hubiera hecho mi padre, por eso a pesar de todo lo que mi hermano me hizo siempre lo "querré".

Lo único que quería en estos años después de que mi madre falleció era que volviéramos hacer como antes, los hermanos cariñosos y alegres que fuimos alguna vez.

Pero el tiempo y los problemas pudieron más con él que el "cariño que aún le tengo y siempre le tendré".

Terminó de darme la ducha y me coloco unos shorts azules y un top crop manga larga de colores que dejaba a la vista parte de mi abdomen.

Una vez vestida me hice una coleta alta y me puse unas zapatillas.

Ya lista bajé por una gran escalera y me dirigí a recorrer la casa.

Llegué a la sala y esta es bastante grande hay unos muebles blancos precioso en L, también hay una pantalla plana como del tamaño del cuarto que tenía antes.

La casa es muy linda.

Seguí recorriendo la casa hasta que llegué al patio.

Hay dos áreas en una de ellas hay una piscina varias hamacas y sillas de playas.

En la otra área hay un gran manzano en medio de todo el Césped.

Me dirigí hacia esa parte y me senté debajo del manzano a apreciar la vista.

Todo esto es hermoso susurre para mí.

Algo cayó a mi lado, era nada más y nada menos que una manzana.

Una manzana roja que parecía irreal.

Me dedique a observar la manzana.

Después de varios minutos apreciándola le dí un mordisco.

Esta muy buena es un poco agridulce,  pero es un sabor que te engancha.

Me termine de comer la manzana, luego sentí  como si alguien me estuviese observando, gire a mi entorno y me encontré con unos ojos azules brillantes, tan brillantes como el cielo entre medio de un bosque. a

Me le quede observando ya que sólo yo podía apreciar eso encantadores, esos ojos azules como el cielo.

Esos precisos ojos azules comenzaron a salir de la oscuridad.

Se dejo ver es un lobo enorme, me asusté un poco por su tamaño, es casi del tamaño de un caballo.

Es un lobo encantador, su pelaje es blanco como las nubes y sus ojos tan brillante como el mismísimo cielo, pero profundos como el mar.

Se empezó acercar a mí y se detuvo a mi lado.

Con cuidado y un poco de temor empecé a tocarle ese  pelaje tan suave como la seda, mientras acariciaba su pelaje vi que el lobo cerrabas sus ojos.

—Te gusta que te acaricien —digo  como si un lobo me responderá.

El lobo abrió sus ojos y en un acto en peso a mover su cabeza de arriba abajo dándome una respuesta.

Tal vez no se a un lobo si no un hombre lobo, pensé, todavía no me acostumbro a esto.

Luz sale por la puerta que da hacia el patio y cuando me ve suelta un suspiro.

—Pensé que se había ido Mi Luna, pero veo que esta con el alfa.

Veo como el lobo se para y luz se detiene a mirarlo.

—Bienvenido Alfa —Dice.

Seguido de eso luz se retira

Miro al lobo que en un movimiento algo brusco de transforma en Damián.

No puedo ocultar mi rostro de sorpresa y me quedó en shock, esta desnudo.

No bueno desnudo, no semi desnudo sólo tiene un bóxer puesto nada más.

Que deja a la vista su espectacular cuerpo.

—Entramos mi reina —dice Damián — sacándome de mis pensamientos.

Solo asentí.

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