—Esperen esperen, ¿Qué fue lo que hice anoche? Recuerda recuerda Casidy o debo decir Nataly, ¿Qué clase de estupidez cometí? Claro ya recuerdo todo, maldito dolor de cabeza, mi fallida boda, el maldito engaño de mi mejor amiga, la traición de mis mejores amigas, la indignación de mi madre y no por mi humillación sino porque dirán, el auto cayendo por un barranco no sé de donde saqué fuerzas para arrojarlo por un barranco luego el tequila, wiski ¡Dios me acosté con un desconocido! ¿Ahora qué hago o que digo? Nunca pensé llegar a esto, pero debo dejar de lado a la vieja Casidy soy Nataly tengo que metérmelo en la cabeza.

Ese hombre empezó a despertar se agarraba la cabeza entrecerraba los ojos, mirando a su lado a una castaña desconcertada

—Ya recuerdo Nataly ¿Verdad?

Casidy solo afirmo con la cabeza, no podía hacer ya nada lo dicho dicho esta, de su propia boca había salido un Hola soy Nataly

Ethan se reincorporo logro sentarse aun con la resaca resonando en su cabeza, pudo darse cuenta por las marcas en su cuerpo que la noche había sido bastante Intensa él estaba divertido quien le hubiera dicho que terminaría acostándose con una desconocida producto de una noche de copas, Casidy estaba avergonzada por un momento miro por debajo de las sabanas confirmando su desnudes y observando que en la espalda de su acompañante había marcas que ella misma le había dejado, definitivamente no era que se habían aprovechado de ella al contrario parecía que era ella quien se había aprovechado esos arañazos y marcas enrojecidas en el cuerpo de Ethan era la prueba viviente de aquello.

—No sé en qué estaba pensando cuando te hice esas marcas, siento tanta vergüenza de mi misma en más de veinte años de vida jama he hecho algo remotamente similar ¡Dios mío! Soy una cualquiera mira lo que vine a hacer con un desconocido. — Mientras se tapaba la cara con una almohada y lanzaba pequeños gritos que a Ethan le hicieron recordar los gritos que daba hace unas horas cuando la hacía suya de tantas formas que su cuerpo reacciono ante los recuerdos, pero tenía que calmarse se veía que ella estaba totalmente avergonzada por lo que había sucedido.

—Somos dos adultos que hicieron una locura producto del alcohol eso es todo no tienes nada de que avergonzarte novia fugitiva. — Mientras daba una media sonrisa a lo que Casidy alzo la mirada.

—¿Cómo me dijiste? ¿Novia fugitiva?

—Claro, lo digo por el vestido que traías anoche era evidente que eras la novia en la historia, pero dime ¿Te plantaron o lo plantaste?

Empezó a carcajearse como si le hubieran contado el mejor chiste de la historia hasta que las lágrimas salieron, Ethan le había traído nuevos aires a su vida, aunque no quisiera contar su triste y trillado drama personal digno de algún melodrama mexicano, decidió solo contarle algo de lo que había pasado y también que es lo que quería hacer con su vida ahora que para el mundo ella había muerto.

—Que te voy a decir, tengo el corazón roto es mi verdad, quiero empezar desde cero quiero desaparecer de la vida de las personas que me latinaron, por eso termine en ese bar quería olvidar mi pasado y lo único que se me ocurrió es beber creyendo que así mis penas desaparecerían como si el alcohol fuera la solución, eso es algo que ahora sé que no es así, pero esto es algo que no cualquier entendería tendrías que tener el corazón tan roto como el mío para entenderme.

Cuando Ethan vio su suspiro se dio cuenta de que ambos compartían algo en común tenían el corazón roto, y pensaron que el alcohol era la solución para olvidar sus penas, la entendía y comprendía por eso decidió hablar con la verdad para que ella no se sintiera sola en ese dolor de que las cosas no son como ella quisiera.

—Bueno no te sientas mal en realidad, te voy a contar mi historia para ver quién gana, aunque no me la quiero dar de mártir ojo con eso, bueno aquí va, hacia cinco años conocí a una mujer que desde que la vi me quede impactado estaba en mi segundo año de la universidad en la carrera de arquitectura, ella me sonrió y yo caí rendido a sus pies, nos hicimos muy buenos amigos muchas veces intenté invitarla a salir, pero no tenía valor cuando lo intentaba hasta tartamudeaba lo juro así de afectado me sentía dos años después cuando ya estaba decidido a pedirle una cita, cuando por fin agarre el valor que me faltaba, mi mejor amigo Javier me presento a su novia era ella la mujer de mi vida la que había sido la dueña de mi corazón sin siquiera saberlo, no sabía que hacer o que decir mi amigo me aparto a un lado y me dijo que estaba muy enamorada y me agradecía por habérsela presentado tiempo atrás y que en su momento le pediría ser su esposa porque para él era el amor de su vida No te imaginas como me sentí estaba destrozado, pero no podía hacer nada él era mi amigo y ella en realidad nunca fue más que una amiga y pro ese gran amor que le tenía y le sigo teniendo los termine apoyando, sé que fui un cobarde en jugar este papel del que no sentía nada por ella hasta también siendo padrino de la boda me pare junto a él en el altar queriendo ser yo el que la haga su esposa, pero no podía hacerlo era mi amigo y jamás le haría algo como eso.

Admiraba tanto el valor que había tenido para anteponer la felicidad de la persona amada antes que la suya propia, sin tan solo la que se hacía llamar su mejor amiga hubiera tenido una pisca de la Valentía de Ethan otra seria la historia, tenía ganas de contarle que no era el único en este mundo con una historia así, quería desnudar su alma ante este hombre estaba desnudando la suya, pero aún no podía ella aún mantenía demasiado dolor en su corazón, pero si le mostraría el apoyo que se merecía.

—Cobarde nada que ver al contrario fuiste muy valiente preferiste su felicidad, aunque con eso se haya roto el corazón en el camino personas como tú ya no hay en serio, pero dime ¿Acaso nadie sospecho de tus sentimientos por ella?

—La verdad que lo supe ocultar muy bien hasta ayer, mi rostro de tristeza era evidente, no podía estar feliz, aunque quisiera me fue imposible mostrar mi mejor sonrisa en un día como el que fue ayer, mi amiga me encaro me pregunto que me pasaba y en ese momento entre en pánico. E hice una estupidez— Casidy tenía miedo de seguir preguntando, pero tenía que hacerlo su curiosidad era aún mayor.

— ¿Qué fue lo que hiciste? — Una ansiosa Casidy como si se tratara de una película solo faltaba las palomitas de maíz

—Le dije que ese día había discutido con mi novia y por eso estaba triste y con esa cara — Alzo los hombros tratando de restarle importancia.

— ¿Te creyó? — Ella junto su manso y las llevo a su boca de lo sorprendida y expectante que se sentía con lo que él le estaba contando que por un rato olvido que estaba desnuda en una cama con un casi desconocido hasta se acomodaba mejor para poder oírlo sin incomodarse por la posición de sus piernas

—Me imagino que, si me creyó, porque encima me echo porras con mi novia que la entendiera y que tratara de solucionar las cosas con ella y que pronto la quería conocer, pero digo como hago si no novia en realidad a quien conocer ¿Qué hago con ese pequeñísimo detalle?

Ella no podía creer si era cosa de Dios o del diablo que los junto en ese lugar, ese día, en ese momento, ella queriendo otra vida y él queriendo una novia como quien saca un conejo del sombrero del mago, no era casual como dice el dicho siempre hay un roto para un descosido.