[ZAMIRA]
—¡¿Y cómo les ha ido?!— Es lo primero que escuchamos al entrar a la casa.
—¡He visto a tu hermanito o hermanita!— Explica Sebastien con demasiado entusiasmo a nuestra hija y yo solo puedo sonreír ante la escena.
Muero de amor al verlo abrazar a Rocío con esa enorme sonrisa que trae en su rostro y comprendo que a pesar de todo lo malo que pueda suceder a mi alrededor; ellos son los que me dan paz. — ¿Y cuando nace pa?— Le pregunta sin soltarlo.
—En los primeros días de febrero. — Le responde sin dejar de mirarla y acaricia su cabello tiernamente.
Me acerco a ellos y me abrazo a Sebastien desde atrás para luego apoyar mi barbilla sobre su hombro y me quedo mirando a nuestra pequeña. —No sabes lo nervioso que estaba tu padre. — Comento e intento no reírme.
— ¿De verda