Alex
Estaba sentado desde hace dos horas fijo en medio del estudio mientras está pintaba, el aburrimiento me iba a matar de seguir aquí sentado sin al siquiera tener una conversación, dios me escuchó y me castigo por quejarme con una conversación que hubiera querido evitar.
– Bien Alex, ahora necesito que me respondas un par de preguntas, se trata de la obra, necesito esas respuestas para saber quién eres si. – dijo y me vio fijamente cruzada de brazos, llevaba un moño recomiendo su pelo y su ropa holgada completamente manchada de colores, la vi y no pude aguantar reír.
Está hizo un gesto de molestia y hablo.
– ¿Qué es tan gracioso Alex? – yo negué rápidamente y está enseguida lanzó pintura con su pincel, yo la vi sorprendido y me cerré la boca para volver a lo mío. – Gracias Alex que amable que eres al déjarme trabajar. – dijo con una sonrisa, era una mandona pero no tenía de otra, le prometí 6 lienzos.