Alaia
—No tenemos nada, las cosas se han complicado por el hecho de que Alicia y las mujeres no tienen datos familiares, el vecindario donde está la casa no tiene cámaras y los trabajadores solo nos dan datos generales, el medio de transporte que usaron puede ser de cuanquier compañia —dice el hombre que contraté para buscar a Alicia y a las chicas del hogar.
—Por favor no detengan la búsqueda en ningún momento y si saben algo, llámenme inmediatamente, no importa la hora que sea, mi teléfono estará encendido todo el tiempo.
—Así lo haremo, señorita Russell —responde y cuelga la llamada.
Llevo el teléfono a mi mentón y observo el jardín donde mis hijos corren; me preocupan las condiciones en las que ellas pueden estar en este momento y que Alicia no me ha contactado, definitivamente es algo que no me da un buen presentimiento.
—Hija —mi madre llega a mi lado.
—Mamá —me abraza por la cintura.
—¿Aún nada?
—No tenemos noticias —suspiro —. Y Nick insiste en no saber dónde están.
—Y no cre