Alaia
Por fin llegamos a casa, mis hijos se ven ya muy despiertos y felices de verme en el auto junto a ellos, con cuidado, los abrazo y los beso antes de que Lola y Erika los lleven al interior de la casa.
—Alaia —Sondra sale a mi encuentro y me recibe con cariño, aunque su rostro muestra preocupación.
—Estoy bien —digo tomando su mano.
—Preparé algo ligero para que cenes —asiento mientras Nick se acerca a mi asiento y me lleva en sus brazos hacia mi habitación.
—Mami, pincesa —dice mi hija cuando me ve en brazos de su padre y le sonrió e igual lo hace Nick.
—Quiero tomar un baño —digo antes de que Nick me lleve a la cama.
—Puedo ayudarte —la voz de Nick suena ronca y abro los labios levemente sin saber qué responder, Ok Alaia, concéntrate.
—Agradezco tu desinteresada propuesta —retomo el control de mi sedado cuerpo y doy dos pasos hacia atrás, Nick me observa y su mirada me dice que encuentra divertido lo que me sucede—, pero Sondra podrá ayudarme.
—Parece que intentas huir