Nick
De lejos vemos una camioneta, los hombres del grupo corren hacia esta y la detienen, vemos como del vehículo sacan a un hombre y este cae al piso, esconden el auto entre unos arbustos y traen al hombre estando inconsciente.
—¿Quién es? —pregunto al verlo inerte sobre el hombro de uno de ellos.
—Es el piloto, según su identificación — lo tira al suelo y asiento mientras veo que lo amarran y cubren su boca.
—Hay una entrada por la parte del río, vimos las luces encendidas en una habitación del segundo piso, donde están la señora y el niño, abriremos el camino y daremos la señal para que suban por ellos.
Afirmamos y caminamos a través de la hierba y mi corazón late con rapidez ante la idea de ver a mi hijo y ponerlos a salvo.
Una vez estamos cerca de la zona trasera de la casa, vemos a dos hombres caminando de un lado a otro, están de guardia.
—No quiero muerto, solo si deben elegir entres sus vidas y las de ellos —ordeno y Alejandro asiente.
Vemos como dos de nuestros acompañantes