70. No te preocupes por mi
Basil
-no, no y no – le dije a mi padre, cuando anuncio el próximo combate de Lucian –no puedes haber aceptado eso, ¿y su rodilla qué? –
-estoy aquí idiota, puedo oírte – se quejo Lucian
-¿Por qué dejaste que mi padre aceptara eso? – le pregunte
-fui yo quien dijo que si –
Enzo, y mi padre estaban en silencio - ¿Por qué lo dejaron decir que si? ¿Debería contarle de esto a Aby? – lo rete, y el arrastro su silla con rueditas hasta a mi
-ella está embarazada, ¿lo olvidaste? No quiero que le digas una sola cosa sobre esto –
-pues parece quien lo olvido fuiste tú – respondí, y me salí de la sala de reuniones, no podía creer que esos dos lo dejaran hacer algo así de imprudente, su rodilla aun no estaba en las mejores condiciones, tenía una prometida embarazada, y un niño pequeño en casa, para mí era muy irresponsable de su parte, que se arriesgara a combatir, no era como que le faltara dinero, al contrario le añadió varios ceros a su cuenta después de una pelea de exhibición.
Lucian salió