Después de haber berreado por largo rato, subí a bañarme para cenar, todo transcurrió bastante tranquilo y rápido para poder ir de visita con mi padre.

La familia nos estuvo llamándo y aunque no queríamos contestar, al final Benjamín fue el que les dijo que no iríamos, pero venga, ¿quien en estas circunstancias tiene ganas de celebrar o festejar algo cuando lo único que quieres es llorar?

Después de cenar he hablado con Enrique por video llamada un rato, pues el está con su hijo, además mi vida en este momento es bastante monótona, por lo que yo no tengo mucho que contar.

Sinceramente lo extraño, extraño su compañía y su forma de quererme, parecerá poco pero prácticamente vivíamos juntos en ese tiempo de campaña publicitaria.

Sigo pensando si debería importarme mucho el hecho de que Enrique